El Cacereño mantuvo un día más su extremo celo sobre el fichaje de un nuevo entrenador y, aunque se da por seguro que ya hay un técnico comprometido y firmado para ocupar el puesto, su nombre no se anunció ayer tampoco.

La intención de la entidad es que sea mañana el día de su declaración pública despejando la mayor de las incógnitas de la postemporada. Desde que José Luis Montes renunció a renovar, las gestiones llevadas por el director deportivo, Pedro Buenaventura, con la supervisión del consejero delegado, Antonio Martínez Doblas, han pretendido un sigilo que únicamente se ha roto con la publicación de nombres como los de Eloy Jiménez, Raúl Procopio, Carlos Orúe, Julián Rubio o Hristo Vidakovic.

El final de la gestión está cercana. El Cacereño alega que no puede ofrecer la identidad del técnico porque la negociación aún podría romperse, pero en los últimos días los avances han sido difícilmente cuestionables y el banquillo del Príncipe Felipe al fin tiene inquilino, por mucho que se mantengan las dudas. Quien llegue se encontrará con media plantilla firmada o en negociaciones para continuar.