El Centro Nacional de Tenis de China es un escenario que Rafael Nadal no olvidará nunca. En esa pista, ya hace más de cinco años, se colgó la medalla de oro de los Juegos de Pekín. Una victoria que, días después, el 18 de agosto del 2008, le permitió alcanzar por primera vez en su carrera el número 1 mundial. Y en ese mismo escenario el campeón mallorquín recuperó esa privilegiada posición en una temporada tan espectacular como impresionante en la que después de siete meses y medio lesionado ha recuperado 7.000 puntos para desbancar al serbio Novak Djokovic, contra quien hoy (10.00 horas, Canal+) disputará la final después de que, el aún número 1 mundial, se impusiera al francés Richard Gasquet (6-4, 6-2).

Nadal necesitaba pasar a la final para confirmar matemáticamente su cantada vuelta al número 1 y no tuvo ni necesidad de ganar las semifinales ante el checo Tomas Berdych, que se retiró lesionado en la espalda cuando perdía 4-2. No empañó para nada el mérito de un fantástico retorno. "Es un gran regalo a uno de los mejores años de mi carrera", decía feliz y orgulloso. "No me siento mejor jugador ahora que hace cinco horas. Esta noche no me iré a dormir sintiendo que soy el mejor jugador del mundo. Recupero el número 1, pero al final, solo es un número. Lo que me hace más feliz es lo que he trabajado para volver a este puesto y ahora me gustaría defenderlo. Sería bonito".

Por eso Nadal lo celebró a su manera. Entrenándose para la final. Nadal quiere poner la guinda ante un rival que se convirtió en el 2011 en una pesadilla (Djokovic le ganó siete veces seguidas), pero en su retorno parece haberle tomado la medida como demostró en el último Abierto de Estados Unidos, donde le ganó la final hace apenas un mes.

Nadal no olvida lo duro que fue su retorno. "Lo pasé mal pero la verdad es que he conseguido sentirme de nuevo tenista mucho antes de lo que nunca habría soñado. No pensé que sería capaz de jugar tan bien y tan rápido".

Sus números son espectaculares. Desde que debutó en febrero en Viña del Mar, Nadal lleva conquistados 10 títulos de 12 finales, hoy podría sumar el undécimo y, hasta el momento, solo ha perdido tres partidos. Dos de ellos en las finales de Viña del Mar (Horacio Zeballos) y Montecarlo (Djokovic) y el otro en la primera ronda de Wimbledon (Steve Darcis). Una derrota dura y contundente producto del desgaste sufrido sobre la tierra hasta conquistar su octavo Roland Garros, pero que le permitió recargar pilas para un final de temporada que lleva camino de la perfección.

FINAL IMPARABLE Desde entonces no pierde y ha ganado cuatro títulos. Ayer en Pekín sumó la 22 victoria consecutiva desde la derrota de Wimbledon. Una espectacular racha que puede aumentar hoy en la final si culmina la semana con su segundo título ante Djokovic al que ha ganado 22 veces en 37 duelos.

Será un choque apasionante ante 15.000 aficionados que Djokovic quiere apuntarse en un escenario en el que ha ganado tres títulos (2009, 2010 y 2012). El jugador serbio, que el lunes pondrá fin a 101 semanas como número 1, retó a Nadal. "Esto no se ha acabado aún. Felicito a Nadal porque está jugando a un nivel increíble, pero la temporada sigue y, mientras pueda, lucharé para acabarla como número 1". Todo un desafío que promete emoción.