Los 35 grados de temperatura que ayer caían a plomo sobre la pista montada en la plaza de toros de Los Califas a las 12 del mediodía, la hora que hoy Rafael Nadal y Richard Gasquet abrirán la eliminatoria de semifinales de la Copa Davis entre España y Francia, tras el sorteo efectuado ayer en el patio de la Diputación de Córdoba, bajo toldo y con abanicos entre los invitados, se convertirá en el jugador número 5 de esta eliminatoria en la que, teóricamente, la selección española es favorita, especialmente después de conocer que Albert Costa puede contar de salida con el número 2 del mundo, recién llegado de Estados Unidos.

El poco tiempo de aclimatación a la pista, el esfuerzo de la final ante Novak Djokovic, el cambio de horario y las declaraciones de Nadal antes de salir de Nueva York el pasado martes daban a entender que el mallorquín podía no jugar el primer día. Nadal solo ha estado cuatro horas en pista desde que llegó a Córdoba en un vuelo privado fletado por la Federación Española de Tenis. Un tiempo que Costa ha considerado suficiente para alinearlo de salida. "Estoy cansado, lógicamente. Llego un pelín justito. No estoy al cien por cien, aunque espero que con lo que tengo baste para ser competitivo", valoró Nadal.

21 VICTORIAS CONSECUTIVAS La sorpresa saltó, en cambio, en el bando francés que, de entrada, reservó a su mejor jugador Jo-Wilfried Tsonga para hoy. El capitán Guy Forget apostó por Gasquet y Gilles Simon para jugar el primer día. La decisión permitía que este último pudiera jugar como número 1 del equipo francés y, así, enfrentarse de salida a David Ferrer, número 2 español, en un partido en el que los franceses sienten que tienen más opciones de ganar. Parte vital de ese 30% de posibilidades que Forget otorga a sus jugadores para sorprender a España. "Ellos son el mejor equipo del mundo en tierra. Son nuestro Everest", había dicho antes de llegar a Córdoba y después de perder a su mejor jugador en tierra, Gaël Monfils, lesionado en la rodilla.

Forget tiene razón. España no pierde una eliminatoria en casa desde 1999 y ha ganado 22 consecutivas sobre tierra batida. No era cuestión de enfrentar a Tsonga el primer día ante Nadal y quemarlo. "Es la mejor elección para el viernes, hay cinco partidos y unas condiciones muy duras", dijo el capitán francés.

Forget reserva a su número uno para el doble de mañana que jugará con Michel Llodra y apuesta por Simon que en verano ganó el torno de Hamburgo sobre tierra, tiene un 1-1 con Ferrer en sus enfrentamientos y se ha preparado en Roland Garros después de llegar a los octavos del Abierto de EEUU y haber eliminado al argentino Juan Martín Del Potro. "Simon será duro. Lleva un gran año y aún jugando bien puedo perder con él", decía el propio Ferrer. Tsonga aceptó la decisión de Forget. "Respeto la decisión del capitán, no me ha sorprendido", admitía.

LLENO Y QUEJAS En cambio Costa no ocultó su sorpresa. "Realmente pensaba que jugaría Tsonga, pero tendrán sus motivos. Puede que lo reserven", decía el capitán español, consciente de que lo importante empieza hoy en la plaza de Los Califas, que tendrá un lleno con 13.000 aficionados dispuestos a convertirse en la fuerza suplementaria para la selección española.

El ambiente promete ser espectacular. La Davis apasiona a los aficionados allí donde va, aunque eso no evita que los jugadores critiquen el sistema de competición. Ayer, Nadal volvió a cargar contra la Federación Internacional de Tenis. "Se están suicidando. No es lógico jugar una eliminatoria así justo tras un Grand Slam. No se merecen el esfuerzo que hacemos. Los jugadores están cansados, no solo por la Davis, estoy en los vestuarios y se su opinión", amenazó.