Rafael Nadal no puso excusas físicas para explicar su decisión de renunciar a jugar en Barcelona este año. "Estoy perfectamente bien pero he creído conveniente parar y descansar esta semana. No quiero que me pase lo del año pasado", dijo el pentacampeón del torneo.

"La decisión ha sido complicada para mí y la he tomado muy a mi pesar, lo digo de corazón. Se que es un duro golpe. Este es mi club, me encanta el torneo y me siento como en casa, muy cómodo. Me puedo haber equivocado, pero quiero ser lo más cauto posible para jugar el máximo de tiempo posible, con los años coges experiencia", recalcó.

RENUNCIA POR ESTAR BIEN Nadal admitió estar en un gran momento de forma. Apenas 48 horas antes había revalidado por sexta vez consecutiva el torneo de Montecarlo cediendo solo 14 juegos en cinco partidos y acabando con una travesía por el desierto que había durado 11 meses y medio. Y precisamente ese éxito ha sido el que le ha decidido parar esta semana para poder preparar al 100% el Master 1.000 de Roma, su próximo objetivo. "No tenía previsto renunciar a Barcelona, que quede claro. El tenis no es como el fútbol. Tú no sabes los partidos que vas a jugar. Si hubiese perdido el miércoles en Montecarlo, lo normal habría sido que mañana jugara aquí".

El tenista desmintió cualquier problema físico. "Sería una barbaridad decir eso después de ganar Montecarlo como lo hice". Y quitó importancia a las molestias que arrastra en las rodillas además de negar que fuese infiltado para jugar en Montecarlo. Nadal no quiso adelantar tampoco su calendario hasta Roland Garros.