Era tal la alegría de Roberto Bautista que la sensación de plenitud era superior a la de la tristeza o la nostalgia por haber sufrido el fallecimiento de su padre en plena competición. "Ha sido el día soñado, la semaña soñada", dijo el tenista castellonense, empezando a disfrutar de la primera Copa Davis de su palmarés. "Todos hemos hecho un esfuerzo increíble, en especial Rafa", dijo Bautista, que aportó el primer punto de la final al vencer a Félix Auger-Aliassime (7-6, 6-3).

Rafa Nadal le devolvió la pelota. El manacorí remató luego la faena con el 2-0 decisivo. Y con cinco Copa Davis en la vitrina, el número uno del mundo lloraba mientras escuchaba el breve parlamento. No tanto por la emoción del triunfo, como reconoció, sino por las vicisitudes sufridas por su compañero.

"He ganado los 8 partidos, sí, pero la persona que ha sido vital es Roberto. Lo que ha hecho es inhumano", afirmó, admirado por la entereza mostrada por su compañero, que se reincorporó al equipo el sábado. "Es un ejemplo para el resto de mi vida".

Una cuajada en un bar

"Después de una semana tan difícil creo que para salir de ahí hay que dar la cara, hay que dar un paso adelante, y creo que es lo que hecho. Hoy eran todo adversidades pero por suerte me he sabido sobreponer, aseguró Bautista, que en mayo del 2018 había perdido a su madre.

Esas adversidades eran más leves que la suya, pero más incisivas en el plano deportivo. Bautista regresaba a Madrid cuando recibió una llamada en un bar de carretera. Se estaba tomando una cuajada. Un miembro del equipo le comentó: "Granollers y Carreño están tocados. ¿Estás para jugar?".

Bautista recobró la entereza, superó el dolor y se plantó en Madrid. Y sus compañeros volaron con él, empujados por una fuerza extraordinaria. "Mis padres hicieron posible, trabajando toda su vida, que yo fuera tenista. Hoy he jugado por ellos", explicó uno de los cinco héroes, que en la ceremonia de entrega del trofeo recibió un gesto cariñoso del Rey Felipe.

Feliciano López escribió un gran epílogo a su carrera. Ha decidido retirarse, cumplidos los 38 años, tras aportar con Nadal el punto definitivo al ganar el doble de la semifinal. "No dan ganas de retirarse después de lo vivido esta semana", confesó el jugador madrileño.