Ni la lluvia, ni las inoportunas reivindicaciones de unos espontáneos en la grada, ni el bueno momento de su amigo David Ferrer han podido evitar que Rafael Nadal gane su octavo Roland Garros. El tenista mallorquín ha superado al alicantino, debutante en una final de Grand Slam a los 31 años, en 2 horas y 16 minutos (6-3, 6-2 y 6-3), para morder por octava vez la Copa de los Mosqueteros en París. Es el 12º título grande en el palmarés de Nadal, lo que le equipara al australiano Roy Emersony le deja solo por detrás de Pete Sampras (14) y Roger Federer (17).