Un brillante Rafael Nadal se clasificó para la semifinal de Indian Wells al superar con claridad al argentino Juan Martín Del Potro en dos sets, por 6-2 y 6-4, en una hora y 49 minutos de partido. El tenista español se verá las caras mañana con el estadounidense Andy Roddick, que hoy se deshizo del serbio Novak Djokovic.

Nadal, número uno del mundo, se mostró muy seguro con su servicio a lo largo de toda la primera manga. Pronto consiguió romperle el saque al argentino y ponerse 2-1, una pequeña ventaja que no dejó escapar.

Del Potro, inmerso en sus primeros cuartos de final en Indian Wells, tuvo que ser atendido con 3-2 en el marcador por molestias en su muñeca derecha. Al volver, el jugador de 20 años no pudo evitar un nuevo "break" del español, que no dejó lugar a la especulación en el siguiente juego y se apuntó el set, en 46 minutos.

En la segunda manga no cambió demasiado el panorama. Nadal neutralizó de primeras el servicio del argentino, quien estuvo a punto de igualar a dos juegos. Del Potro, número seis del mundo, reclamaba que alguna bola de Nadal se había ido fuera. Eso lo desconcentró, y pasó de estar a punto del "break" a perder 3-1. Fue el momento clave del partido. Podía haberle servido de recuperación a Del Potro, pero lo desechó. Aprovechó la situación Nadal para romper el saque con un revés que se coló por donde menos lo esperaba su rival.

Al mallorquín, que cedió su saque cuando podía haber finiquitado el partido, le bastó con volver a asegurar de nuevo su servicio -esta vez en blanco- para llevarse el partido y certificar la cuarta victoria en su carrera frente a Del Potro, que nunca ha ganado a Nadal.Nadal: "Todo esto es momentáneo; si no lo supiera, la castaña sería grande"

"Todo esto es momentáneo"

"Quiere recuperar el 'feeling'", comentó a Efe Benito Pérez, su jefe de prensa. Casi una hora más tarde, Nadal, campechano y dando buena cuenta de dos "cookies" de chocolate -"puede que al estómago no le siente bien, pero a la mente sí"-, reflexiona sobre el momento de fama y renombre internacional que vive hoy día.

"Al fin y al cabo, la vida da bastantes vueltas; hoy puedo estar aquí como número uno y dentro de cinco o diez años, ser como cualquier otra persona. En el futuro espero ser eso, alguien normal y corriente", sostuvo el manacorí, cuya actitud al respecto le parece "lo normal". "No creo que sea un tema de mantener los pies en el suelo", explicó. "El que no lo hace es el que comete el error; hay que estar preparado para asumir el éxito y también la bajada. Si uno se va muy para arriba, tiene que bajar mucho más después", argumentó con sencillez.

El mallorquín asegura que no le dejan de preguntar por las "sensaciones" que pueda albergar llevar el título de número uno a la espalda, pero fue tajante al respecto: "Te prometo que ni me levanto ni me acuesto pensando que lo soy". "Sólo pienso que tengo un partido y que tengo que jugar lo mejor posible; esas sensaciones de ser número uno o número dos, como lo he sido los últimos tres años... mi cambio es cero; no me voy a la cama más feliz ni con más seguridad de que voy a ganar al día siguiente, sino con los mismos objetivos y la misma ilusión", manifestó.

Ese objetivo no es otro que seguir mejorando. Cada vez que salta a una pista, es su reto. "Si no fuera así, daría igual ser el número uno, el dos, el tres... porque iría a peor", aseguró. En cualquier caso, es consciente de que ser el actual número uno del mundo no le hace "ganar más partidos".

Nadal juega mañana una de las semifinales del campeonato -la otra emparejará al suizo Roger Federer frente al británico Andy Murray- contra el estadounidense Andy Roddick, un partido "lo suficientemente difícil como para pensar en la final ahora mismo", admitió.

Y mucho menos en Federer, número dos del mundo, y la pieza con la que completa una de las más grandes rivalidades del deporte. "Aún no pienso en una hipotética final con Roger, ni se me ha pasado por la cabeza", admitió. "Él lo va a tener también complicado contra Murray, así que ojalá pueda jugar contra él, porque querría decir que yo he llegado también a la final", apostilló.

El jugador español, campeón de Indian Wells en 2007, indicó que "pase lo que pase" a partir de ahora, su trayectoria por el desierto californiano es ya "positiva". "Estoy en semifinales y enfoco el partido con la máxima ilusión y motivación; intentaré jugar al mejor nivel para llegar a la final, buscaré ser agresivo y esperar a que él cometa algún error cuando esté sacando", señaló en alusión a la principal arma del norteamericano.