La tenacidad de Rafael Nadal le hizo triunfar una vez mas, y hacerlo precisamente ante su más enconado rival, el suizo Roger Federer, auténtico dominador en Dubai en los últimos tres años, a quien derrotó en una gran final por 2-6, 6-4 y 6-4.

Nadal acabó llorando después de consumar su victoria en una hora y 53 minutos. No era para menos, pues con un tenis soberbio en los dos últimos sets, y ante el mítico Bjorg Borg en las gradas (hizo el sorteo de elección de saque), obtuvo su décimotercer título, el primero esta temporada, y lo más importante, ante Federer, con quien mantiene una pugna que en el 2005 acabó con 11 títulos cada uno.

SUPERFICIE RAPIDA Vencer a Federer en una superficie rápida como ésta, donde el suizo llevaba hasta ayer 56 victorias consecutivas, no fue nada fácil para Nadal. Sobre todo en el primer set donde la derecha de Federer, y una soberbia combinación de golpes, liftados y cortados, además de su exquisita volea llevaron al número uno a hacerse con este primer parcial en solo 28 minutos. "Rafa ha sido indiscutiblemente mejor que yo, y se ha merecido ganar", admitió Federer que recibió el consuelo de su amigo Nadal en su silla durante la entrega de premios, "este duelo se repetirá en el futuro seguramente", añadió el suizo.

Nadal siguió en sus trece. "Roger es el mejor de la historia con toda seguridad", comentó. "Este torneo ha sido increíble, inolvidable para mi, y ganarlo ante Federer es siempre especial. No tengo palabras", dijo.

De haber ganado ayer, Federer se hubiera hecho por primera vez con un torneo cuatro veces. El suizo no había perdido un solo set esta semana y desde que el jugador de Manacor le derrotó en las semifinales de París llevaba nueve finales seguidas, con una sola derrota, la de la Copa Masters de Shanghai ante el argentino David Nalbandian, pero ayer tropezó ante un increíble Nadal que lleva ya diez finales ganadas consecutivas, para disfrute de la afición española.