Rafael Nadal no da tregua desde que ha regresado de esa lesión en la rodilla que le mantuvo apartado del circuito siete meses y medio. Ayer sumó la 34 victoria desde que reapareció en febrero en Viña del Mar (Chile) y encaró el camino a la séptima final consecutiva desde entonces. Su víctima volvió a ser David Ferrer al que ganó en un titánico duelo por 6-4, 4-6 y 6-2. Otra vez, y van ocho seguidas, el tenista alicantino tuvo que acercarse a la red para felicitar a su amigo que, tras esta victoria y si gana el título, el lunes le arrebatará el número 4 mundial.

La jugada le salió redonda a Nadal porque, además Tomas Berdych le apartó del camino a Novak Djokovic al vencerle por 6-2, 5-7 y 6-4, evitando el cruce en semifinales. El checo, número 6 mundial, será hoy (16.00, Teledeporte) el penúltimo obstáculo de Nadal en la defensa de un título que ha ganado seis veces.

Nadal tuvo que volver a sufrir en la pista para deshacerse de Ferrer. Si el día anterior Ernests Gulbis le forzó al límite de los tres sets durante 2 horas y 37 minutos, ayer el alicantino apretó un poco más las tuercas y le llevó a jugar 2 horas y 50 minutos. "Ha sido dificilísimo ganarle".