Yo aquí no pinto nada. Deciden los capos". Rafael Nadal ya tiene claro que el campeón cuenta poco en Roland Garros y posiblemente menos si es español y lleva tres años seguidos ganando, aunque eso no lo dijo. Nadal se limitó a expresar su desacuerdo por la programación de los partidos. Tenía motivos. Cuatro días después de comenzar el torneo, hasta ayer no pudo acabar el partido de primera ronda ante el brasileño Thomaz Bellucci (7-5, 6-3, 6-1).

Por culpa de eso deberá jugar tres días seguidos. Nadal se siente en desventaja frente a otros jugadores como Roger Federer, que desde el lunes están en segunda ronda, o el rival que tendrá hoy, el francés Nicolás Devilder, que lleva dos días descanso. "No es lógico que sabiendo los pronósticos meteorológicos se adelantaran partidos que debían jugarse el martes, como los de Federer y Robredo, y menos que se programaran antes que el mío. Hay cosas que a veces no son lógicas. Solo expreso una situación y se lo he dicho a la cara a los organizadores", denunció.

La lluvia dejó ayer de ser un problema para los organizadores del torneo, que pudo completar los 74 partidos previstos. Entre ellos el de Nadal. Un partido previsto para el lunes y que obligó al campeón manacorense a pasarse dos días en los vestuarios de Roland Garros pendiente de las nubes para saber si se jugaba o se suspendía. El martes le hicieron saltar a la pista pasadas las siete de la tarde para jugar dos juegos antes de volver a suspender la jornada por la lluvia. "Fue una barbaridad", recalcó.

Nadal llegaba a las instalaciones el primero y salía de ellas el último. "Me he traído la play para pasar el rato, pero acabas con un dolor de cabeza terrible". Esa tensión la notó ayer ante Bellucci. "He empezado algo nervioso. No tenía ritmo. Llevaba varios días sin poder entrenar y las condiciones no eran las mejores. La pista era de todo menos de tierra. Hacía un vendaval increíble, imposible jugar", explicó.

FERRERO, FUERA Juan Carlos Ferrero, campeón de Roland Garros en el 2003 y exnúmero 1 del mundo, se vio obligado a abandonar la pista ante el brasileño Marcos Daniel con un marcador favorable de 7-6 (7/5) y 2-2 por culpa de un dolor en el abductor de la pierna derecha. La retirada le impedirá optar a una de las dos plazas que quedan libres en el equipo español para ir a los Juegos de Pekín y que están en juego en Roland Garros.

Ferrero tenía puestas muchas ilusiones para conseguir en París su objetivo olímpico, pero ayer quedó fuera de esa lucha por culpa de una lesión que se resiste a abandonarle.

Las dos plazas olímpicas que quedan en juego se las disputarán Tommy Robredo, Fernando Verdasco y Nicolás Almagro, ya que Feliciano López también quedó eliminado. En segunda ronda ya hay 14 españoles, 12 en el cuadro masculino y dos en el femenino.