El ruso Nikolay Davydenko, consistente, demoledor e incansable, hizo trizas el juego de Rafael Nadal para vencerle por 7-6 (3) y 6-3 en la final del Masters 1000 de Shanghái.

Nadal dispuso de una bola de set en el primer parcial pero no pudo aprovecharla, y Davydenko se alzó con el título, el cuarto este año, después de los logrados en Hamburgo, Umag y Kuala Lumpur, en dos horas y dos minutos.

"Jugó mejor que yo, y así es el tenis, espero volver e intentar ganar", dijo Nadal en la entrega de premios. Davydenko, por su parte, recibió el trofeo de manos de Jacques Rogge, presidente del Comité Olímpico Internacional, y dedicó el triunfo a su mujer, Irina, quien se pasó todo el partido besando una medalla, implorando por la victoria de su marido.

Sin rastro de cansancio, a pesar de las cinco horas que había acumulado en los dos últimos encuentros, Davydenko se impuso a un desconocido Nadal, lento en las primeras fases del encuentro y a remolque en la mayoría de los intercambios, con el ruso lanzado enviando reveses envenenados a las líneas.

Con uno de ellos puso fin a la primera manga set en 75 minutos, después de que Nadal, tras reaccionar abajo 4-2 lograse colocarse arriba 5-4, con servicio del ruso, para disponer de un punto de set que Davydenko resolvió con un fácil remate. A partir de ahí Nikolay Davidenko mantuvo esa regularidad y el mismo coraje y poner distancias de por medio hasta el final.