Rafa Nadal vuelve a su escenario favorito. El tenista manacorense debuta este miércoles en el Masters 1.000 de Montecarlo, el primer torneo sobre tierra batida de la temporada y, posiblemente, el que mejor recuerdos le trae a la mente, tras ocho victorias consecutivas. Además, lo hace "en condiciones de luchar de nuevo con los mejores" tras siete meses fuera de las pistas por una lesión de rodilla, según sus propias palabras.

Exento de la primera ronda por su condición de cabeza de serie, Nadal se estrena ante el australiano Marinko Matosevic, número 54 del mundo, que este martes venció a otro español, Fernando Verdasco, por la vía rápida (7-5 y 6-3). El madrileño comenzó fuerte, pero tras perder 10 juegos seguidos, se derrumbó y cedió el partido en una hora y 51 minutos.

"No siento que sea el principal favorito para ganar el torneo este año. Además, no es posible ganar todos los años. Algún día eso terminará", subrayó este lunes. Pero hay que reconocer que ha empezado el curso con muy buen pie: 14 victorias seguidas, el triunfo 600 de su carrera y tres títulos (Sâo Paulo, Acapulco e Indian Wells). Tan solo ha sufrido una derrota, en la final del Abierto de Viña del Mar, en Chile, ante el argentino Horacio Zeballos.

"No es fácil ganar en Montecarlo. Iré día a día", añadió Nadal. Y Matosevic (a partir de las 12.00 horas, tras el Tomas Berdych-Marcel Granollers, en TDP) es el primer obstáculo hacia la gloria de su noveno título, récord jamás alcanzado en ningún torneo por ningún jugador.