Tras derrotar con sufrimiento en un encuentro épico al joven alemán de 18 años Alexander Zverev, Rafa Nadal ha querido zanjar el tema sobre las desafortunadas declaraciones de la exministra francesa de Deportes Roselyne Bachelot, que acusó al tenista de haberse dopado. "No queráis hacer de las desafortunadas palabras de una señora, una guerra entre Francia y España, que para nada es", afirmó el tenista.

"Sinceramente, amo Francia; amo el país donde he tenido más éxito de mi carrera. Siempre me tratan fenomenal allí. Por el hecho de que una persona o algunos más hayan dicho palabras desafortunadas, no vamos a matar a un país que conmigo se ha portado bien, la verdad", añadió.

Cuestionado sobre la posibilidad de ser el abanderado de España en los Juegos Olímpicos de este verano en Río, Nadal mostró la satisfacción que supondría ese hecho. "Si soy abanderado al final, estaré feliz. La verdad es que no estar en Londres 2012 fue un golpe duro para mí, y el hecho de que fuera a ser el abanderado y no poder vivir ese momento, es algo que se me queda. Me encantaría poder serlo, pero entiendo que hay muchos otros deportistas que lo merecen igual que yo o más", declaró.