Le salió del alma. Rafael Nadal cerró los puños y lanzó los brazos enérgicamente hacia abajo varias veces casi como si hubiera ganado el torneo. Celebraba un golpe espectacular. Un revés cruzado que Thomaz Bellucci vio pasar como un misil amarillo por delante de él, después de haber forzado al mallorquín con dos golpes espectaculares en profundidad y potencia a cada rincón de la pista. En la Philippe Chatrier se escuchó un "¡Oh!" de admiración. Era el punto que daba a Nadal la rotura del servicio contra el tenista brasileño y le encaraba para ganar el segundo set. Era el momento más igualado de un duelo que el campeón mallorquín se apuntó finalmente por 6-2, 7-5 y 6-4 para acceder a los cuartos de final, donde mañana se enfrentará a Nicolás Almagro que, pocos minutos después, se deshizo de Fernando Verdasco por 6-1, 4-6, 6-1 y 6-4.

Fue la victoria número 200 de Nadal en tierra batida, una superficie donde solo ha perdido 16 partidos en su carrera profesional. La logró justo 365 días después de que el sueco Robin Soderling pusiera fin a un reinado de cuatro años, en octavos de final, el 31 de mayo del 2009.

Y el mismo día, un año después, Nadal pasó con sobresaliente el examen que él mismo se había impuesto para ese partido. En su rostro, relajado ante los periodistas, se veía que había acabado con los fantasmas que le habían perseguido en ese tiempo. "Creo que he jugado mi mejor tenis hasta el momento en el torneo", decía. "Todo ha salido bien. El revés cruzado, la derecha bien, cambiando de dirección y tirando largo para poder dominar el punto. He sacado mejor también", ratificaba.

AHORA, ALMAGRO El tetracampeón de Roland Garros se siente ya preparado para la recta final del torneo. Todo esta a punto. "Ahora empezamos a sumar" decía tras superar la ronda de octavos de final. Su próximo rival será Nicolás Almagro. El tenista murciano demostró ayer la razón al deshacerse con rotundidad, y por primera vez, de su compañero Fernando Verdasco por 6-1, 4-6, 6-1 y 6-4. "Un partido prácticamente perfecto", decía el murciano, que se clasificó por segunda vez en su vida para los cuartos de final de Roland Garros, como hace dos años. Como entonces, se enfrentará a Nadal, que le ganó por un triple 6-1. "Me va a estar ganando hasta los 65 años", decía en la pista entonces. Pero las cosas han cambiado: Almagro se siente capaz de plantar batalla.