El título que más desea el suizo Roger Federer es el de Roland Garros, pero sabe que mientras el español Rafael Nadal esté en activo le costará ganarlo, y con esa premisa encara el duelo de esta tarde, donde intentará que su nombre no figure en la historia como el único número uno del mundo que ha perdido tres veces seguidas en la final de este Grand Slam.

El objetivo de Federer es no ser guillotinado de nuevo en París. Sabe ya que Nadal lleva 27 victorias consecutivas en París, donde ha ganado en 2005, 2006 y 2007 y donde amenaza con igualar al sueco Bjorn Borg, último que ganó cuatro veces consecutivas, aunque luego añadió dos más.

Sabe también que el español no ha cedido un set en estas dos semanas hasta la final, al igual que el año pasado. Sabe, además que Nadal le ha ganado en 10 ocasiones y que el de Manacor solo ha perdido seis. Que en tierra Rafa domina 8-1 y que en París, nunca ha podido con él en tres enfrentamientos, en las semifinales del 2005, y en las finales de los dos últimos años.

Son demasiadas cosas a tener en cuenta por el número uno del mundo, aunque Federer también conoce sus propias posibilidades.

"Tengo la táctica para ganarle", dijo ayer un convencido Federer, quien llega a esta final, animado todavía por su victoria ante Nadal el año pasado en el Masters Series de Hamburgo. "Soy el único que le ha ganado en una final sobre tierra batida", dijo tras derrotar al francés Gael Monfils en semifinales.