Nadal se quedó a un peldaño de la final del Másters 1.000 de París-Bercy tras sucumbir en semifinales ante el serbio Novak Djokovic, que desplegó un huracán de juego muy por encima del nivel del mallorquín y acabó imponiéndose por 6-2, 6-3 en hora y cuarto de partido. El serbio se enfrentará hoy en la final al francés Gael Monfils, que derrotó al Checo Radek Stepanek por 6-4, 5-7, 6-4.

El español tocó el viernes su punto culminante en cuartos de final frente al francés Jo-Wilfried Tsonga y recayó en su tenis blando, falto de agresividad y fuerza.

Demasiado flojo frente a un Djokovic enorme, que consiguió todo lo que se propuso y sobrepasó al mallorquín en todas las fases del juego. Demostró que es el tenista en mejor forma del final de año. El vigésimo duelo entre el dos y el tres del mundo decepcionó porque el español no estuvo a la altura del serbio.

Se las prometía felices el público de Bercy, poco acostumbrado a que los mejores del mundo lleguen lejos en la pista cubierta de su torneo de final de temporada. Soñaba con un duelo a cara de perro similar al que Nadal y Djokovic protagonizaron en el Másters 1.000 de Madrid en mayo pasado, un partido memorable. Pero se quedaron con las ganas porque la superioridad de Djokovic aplastó la competencia y Nadal no tuvo ninguna oportunidad para engancharse a un encuentro al que el serbio había dotado de velocidad de crucero.