En las 2 horas y 30 minutos que duró el partido se cambió cinco veces de camiseta. Las dejaba empapadas sobre la silla. Rafael Nadal sudaba más de la cuenta. "Una barbaridad. He perdido dos kilos y medio", admitía tras vencer a la promesa local, Bernard Tomic (18 años y 199 del mundo) por 6-2, 7-5 y 6-3. Nadal no ocultaba su preocupación por su estado físico tras el triunfo que le daba el pase a los octavos junto a David Ferrer, que se impuso al lituano Richard Berankis por 6-2, 6-2 y 6-1.

Dos victorias a las que no pudo finalmente unirse la de Guillermo García-López, que fue eliminado por el escocés Andy Murray por 6-1, 6-1 y 6-2. Dos victorias que permiten a España colocar hasta a cinco jugadores entre los 16 mejores, superando el récord de tres logrado en las últimas cuatro ediciones del Abierto de Australia y en la de 1997.

"Mi cuerpo se ha ido abajo físicamente y debería cansarme menos porque si no, lo pasaré mal", decía Nadal, aún no recuperado totalmente de la gripe que arrastra desde el torneo de Doha. "Hasta entonces estaba perfecto. Me hice análisis y todo salió bien, pero lo preocupante es que me estoy cansando entrenando y eso no es normal", confesaba contrariado pero feliz tras superar la tercera ronda ante un rival que le puso en apuros por primera vez en el torneo y pudo complicarle más la vida si no hubiera desperdiciado en el segundo set un 4-0 y 4-2 con saque en su poder. "Ahí he tenido suerte", destacó Nadal.

"SUPERSONIC AND BIONIC" El australiano mostró su potencial con un poderoso saque (logró 11 aces), restos eléctricos y golpes planos con los que abría ángulos tanto de derecha como de revés. "Supersonic and bionic Tomic" decía una pancarta. Pero Tomic aún está verde para sorprender a un número uno como Nadal y se vio en los momentos importantes, con un juego capaz de lo mejor y de lo peor (logró 39 golpes ganadores pero también 49 errores no forzados).

Nadal aprovechó la bisoñez de Tomic para no perder el primer set del torneo, pero sabe que a partir de ahora ya no tendrá facilidades. En la próxima ronda le espera el croata Marin Cilic, número 15 mundial y semifinalista el año pasado, que salvó un partido a cinco sets ante el estadounidense John Isner, al que venció por 4-6, 6-2, 6-7 (5-7), 7-6 (7-2), 9-7 tras cuatro horas y media en la pista. "He visto el partido en el vestuario y ha estado valiente. Cilic es uno de esos rivales que nadie quiere. Tiene un gran saque y es muy agresivo. Si quiero ganarle, deberé hacerlo mucho mejor que hoy".

Cilic será una buena prueba para Nadal, al que aún le quedan cuatro auténticas finales para conseguir el Rafa Slam y en las que puede encontrarse en cuartos a David Ferrer si el alicantino gana al desconocido tenista canadiense, de origen croata, Milos Raonic, 20 años y 152 del mundo, que sorprendió al ruso Mijail Youzny (6-4, 7-5, 4-6, 6-4); o en semifinales al sueco Robin Soderling, que ganó al checo Jan Hernych (6-3, 6-1, 6-4) o a Murray. Soderling se medirá con el ucraniano Alexandr Dolgopolov Jr., que sorprendió al francés Jo-Wilfried Tsonga (3-6, 6-3, 3-6, 6-1, 6-1). Murray se medirá en la próxima ronda al austriaco Jurgen Melzer.