El alcalde de Río de Janeiro, Eduardo Paes, entregó ayer la gestión de las instalaciones deportivas del Parque Olímpico al Ministerio de Deportes de Brasil tras el fracaso del concurso que organizó para ofrecerlas en concesión por 25 años a la iniciativa privada. La alcaldía de había comprometido a ofrecer en concesión la gestión de la mayoría de las instalaciones usadas en los Juegos Olímpicos de agosto pasado en Río de Janeiro para evitar que su alto costo de manutención fuese financiado con recursos públicos.

Ante la falta de interesados, el Gobierno brasileño, mediante el Ministerio de Deporte, aceptó asumir la gestión de las instalaciones del Parque Olímpico en un acto este viernes en Río de Janeiro en el que el recinto fue abierto al público por primera vez con nuevas reformas tras los Olímpicos Río 2016.

Las instalaciones transferidas y ya devueltas por el Comité Organizador de los Juegos Olímpicos son las arenas Carioca 1 y Carioca 2, el velódromo, el Centro Olímpico de Tenis y el Estadio Acuático, aunque este último será desmontado al final.

El ministro de Deportes, Leonardo Picciani, explicó en el acto que el Parque será convertido en un área recreativo-deportiva, que además será usado por los principales atletas de elite brasileños y «permitirá descubrir nuevos talentos». En el mismo acto, Paes y Picciani, junto al medallista olímpico de voleibol ‘Marcelinho’ y el jugador local de balonmano Bruno Souza, también inauguraron el Muro de los Campeones, que contiene los nombres y reproducciones de las preseas de los 2.568 medallistas en los Juegos Olímpicos y Paralímpicos de Río.