No hay fastasmas en el Badajoz. Lo tiene muy claro su técnico, Mehdi Nafti, que cree que son un invento de otros, «de vosotros», dice en referencia a los medios de comunicación. No hay fantasmas ni cuando el equipo gana ni tampoco cuando pierde. «No hay que normalizar las victorias ni exagerar las derrotas», recordaba el técnico blanquinegro tras el partido del domingo en Talavera de la Reina, donde los pacenses se impusieron con un 2-0.

Ahora piensa el Badajoz en su próximo objetivo, un Villarrobledo que está sufriendo los típicos problemas de adaptación a la categoría y que ha perdido los tres partidos disputados lejos de su estadio. Con las buenas sensaciones recuperadas, los blanquinegros lucharan para que el Nuevo Vivero vuelva a ser un estadio inexpugnable desde el que luchar por los objetivos.

«Nosotros no vivimos de emociones», siguió Nafti, que recordó que tanto derrotas como victorias forman parte del día a día de cualquier deportista. «Nos equivocamos, corregimos, trabajamos para ver qué se puede mejorar». Matizó el entrenador que esta actitud no es ninguna falta de ambición. «Mis chicos odian perder, pero hacerlo entra dentro del esquema de la liga».

Tras la jornada de recuperación de ayer, la plantilla descansa hoy para volver mañana a los entrenamientos con el objetivo de regalar el domingo una victoria a su afición. Las entradas para ese partido oscilan entre los 10 y los 20 euros para adultos y entre los 5 y los 10 para los niños. El acceso para los abonados es gratuito.