Nairo Quintana se podrá ir de vacaciones a Colombia muy feliz tras una temporada de ensueño con apenas 23 años; un 2013 que lo ha catapultado como nueva estrella del ciclismo, sobre todo tras su exhibición en el Tour: segundo de la general, mejor joven, mejor escalador y triunfador en Semnoz, en la última etapa alpina. Este domingo ha rematado la faena al imponerse en la etapa reina de la Vuelta a Burgos, en la tradicional ascensión a las Lagunas de Neila, una de las típicas citas ciclistas del mes de agosto.

El corredor colombiano ha ejecutado a la perfección el trabajo del Movistar y ha sabido actuar con sabiduría, paciencia e inteligencia en la última fase de la ascensión donde Vincenzo Nibali ha pasado a la acción para sucumbir ante el ataque final de Quintana, a apenas un kilómetro de la cima. Quintana ha ganado en solitario, un nuevo éxito en el calendario español, ya que en primavera se impuso en la Vuelta al País Vasco y triunfó en la ascensión a Vallter 2.000, en la Vuelta a Cataluña.

Especial significado han tenido los 48 segundos que Nibali ha cedido a Quintana (24 de diferencia con Ivan Basso, que ha sido tercero, por detrás de Quintana y David Arroyo) a pocos días del inicio de la Vuelta. Sin duda, Alejandro Valverde y Purito Rodríguez habrán tomado nota, teniendo en cuenta que gran parte de las llegadas de la ronda española son explosivas, ascensiones duras y cortas, con bonificaciones, en las que cualquier error puede costar un puñado de segundos.