De una manera muy particular para un escalador, sin un puerto como escenario, el colombiano Nairo Quintana (Movistar) le tomó prestado el sobrenombre de Superman a su compatriota Miguel Ángel López para imponerse en solitario en la meta de Calpe, donde el irlandés Nicolas Roche (Sunweb) se enfundó la camiseta roja de líder.

Quintana, escapado tras coronar la Cumbre del Sol junto a Roche, Urán, Nieve, Roglic y Aru, soltó un órdago a 3 kilómetros de meta, abrió un hueco de escasos segundos y, como si de un contrarrelojista se tratara aguantó hasta meta, donde alzó los brazos en solitario con un tiempo de 5h.11.47 poniendo fin al trayecto de 199 kilómetros entre Benidorm y Calpe.

Un zarpazo atípico en un escalador, «pero la primera vez tenía que llegar», como dijo en meta el ganador de la Vuelta 2016 y del Giro 2014. Suficiente para celebrar su segunda etapa en la Vuelta, además con 5 segundos de adelanto sobre sus perseguidores. Un triunfo que le alza a la segunda plaza de la general a solo dos segundos de Nicolas Roche.

En el podio provisional aparece ya otro colombiano, Rigoberto Urán, tercero a 8 segundos, y Mikel Nieve, que no aguantó el último tirón es el primer español, cuarto a 22. Supermán López dio la de arena. Pasó del primer al quinto lugar, a 33 segundos del líder irlandés. Quintana remató la táctica del equipo que tuvo de baluarte a Valverde en el ascenso a la Cumbre del Sol. El campeón del Mundo, que entró a 37 segundos en un grupo junto a López, hizo la selección y en la escapada se metió el colombiano junto a otros favoritos, como Roglic, que recuperó el tiempo perdido con la caída en la crono inicial. La primera etapa en línea rodó de costa a costa y entre medias en ondulado territorio ondulado por la provincia de Alicante. Ciclismo bajo el sol.