Juan Carlos Navarro ha contratado un seguro millonario que le proteja ante cualquier grave lesión que pueda sufrir esta temporada en la NBA como jugador de los Memphis Grizzlies y que, de paso, le permita garantizarse su futuro y el de su familia a nivel económico.

Una de sus primeras decisiones antes de iniciar esta nueva etapa profesional en la liga profesional --que ayer inició la pretemporada en EEUU con 22 puntos-- ha sido suscribir una póliza de seguros en la sede estadounidense de la compañía Liberty Seguros, en Chicago, que cubra tanto la invalidez temporal como la invalidez permanente como deportista. El precio de la póliza se sitúa en torno a los 90.000 dólares y permitirá al jugador, en caso de lesión, obtener una compensación suficiente para pagar la cláusula de rescisión que pactó con el Barça para su salida --3,5 millones-- y también garantizarse una cantidad económica en el plano personal.

"Lo he hecho para estar tranquilo, porque en el deporte siempre corres el riesgo de sufrir algún problema", explicó el jugador durante la gira de la NBA por España, que llevó a los Grizzlies a disputar dos amistosos en Málaga y Madrid.

Una deuda exigente

Navarro ha dado un paso muy arriesgado con su marcha a la NBA, aceptando la propuesta de los Memphis Grizzlies por un año a cambio de uno de los salarios más bajos de la Liga: 540.000 dólares. Además de su deseo por probarse frente a los mejores, el jugador ha reconocido en sus círculos íntimos que no aguantaba más bajo la disciplina de Dusko Ivanovic.

Al margen de rechazar la seguridad del contrato millonario que le ofrecía el Barça para el resto de su vida profesional, el escolta de Sant Feliu, de 27 años, sabe que tendrá que hacerse cargo de una importante deuda

En una negociación con el presidente del Barça, Joan Laporta, al final de la pasada temporada, el escolta de la selección española consiguió que le rebajaran la cláusula de rescisión de su contrato de 10 millones de euros a 3,5 millones y logró, al mismo tiempo, que el club aceptara el pago de esa cantidad en tres plazos. Aún así, las cifras pactadas por Navarro son asfixiantes.

Este año, el jugador ya ha entregado 500.000 dólares al Barcelona, una cifra que ha cubierto su nuevo equipo, los Grizzlies, y que es el máximo que permite la NBA a los clubs por un traspaso. En el 2008 tendrá que entregar un millón y medio de euros más. Y la misma cantidad en el 2009. Además, el jugador pactó que en caso de firmar un contrato superior a los cinco millones de dólares por año, cedería un porcentaje de entre el 10 y el 25% al club azulgrana.

En caso de que no le vayan bien las cosas en la NBA, Navarro sabe que podría volver sin necesidad de cubrir las cantidades pactadas con Laporta. Pero si se decide por club europeo, en lugar de hacerlo al Palau, asumiría el resto de la cláusula hasta los 10 millones que tenía firmados inicialmente.