ESPAÑA: Rubio (3), Rudy (16), Navarro (26), Garbajosa (5), Gasol (5) --equipo inicial--, Raúl, Reyes (9), Vázquez (16), Llull (6), San Emeterio (4), Claver y Mumbrú (7).

ESLOVENIA: Lakovic (19), Dragic (19), Nachbar (2), Slokar (1) y Brezec (6) -equipo inicial-, Becirovic (13), Udrih (7), Zupan (11) y Vidmar (2).

ARBITROS: Brazauskas (LTU), Biricik (TUR) y Latisevs (LAT). Sin eliminados.

MARCADOR POR CUARTOS: 16-23, 38-41, 64-62 y 97-80.

INCIDENCIAS: Partido correspondiente a las semifinales por los puestos 5 al 8.

El Navarrosistema , esa táctica que consiste en dejarlo todo en manos del escolta para que este resuelva, sacó ayer a España de un profundo estado de depresión y también fue la vacuna que empujó al equipo a la victoria frente a Eslovenia (97-80). Gracias a eso, la selección peleará mañana por la quinta plaza ante Argentina, único consuelo que le queda.

La actuación de Navarro volvió a contar con todos los matices que se le intuyen a una estrella: 26 puntos, 7 asistencias, 3 rebotes, 8 faltas recibidas y a rebufo de su genalidad y, también de su carácter, que también lo sacó, España le dio la vuelta a un partido que pintaba mal en el descanso (38-41) y en el acabó por disfrutar, en plena exhibición de la estrella del equipo, cerrando el último cuarto con 33 puntos.

Contagiado, sin duda, del espíritu tristón que arrastra el equipo por el palo de Serbia, Navarro apenas se dejó ver hasta el descanso, que acabó con tres puntos.

Chirriaba todo el engranaje de la selección, que falló 10 de sus primeros 12 tiros, como si los jugadores tuvieran la cabeza en otro lado. Navarro se encargó de revertir esa situación inyectándole adrenalina al juego de España y reclamando el balón en cada jugada.