Acaba de colgarse el bronce en el Europeo dirigiendo a la selección cadete, pero su vida no para. Ahora dirigirá al Burgos en la LEB-2 intentando superar la desaparición de la élite del club de su vida, el Cáceres.

--¿Qué sensación le queda tras el tercer puesto en León?

--Satisfacción. En principio podíamos haber jugado la final y si hubiéramos tenido un poquito de suerte lo hubiéramos hecho, pero ganarle a Turquía (el campeón, ante el que se perdió la semifinal por 83-88) era complicado. Era un equipo muy serio, con unos jugadores con un gran carácter.

--¿Su generación guarda a estrellas para el futuro?--Es un equipo con jugadores a los que les queda mucho por avanzar, pero tienen un buen talante ofensivo. Sí hay dos o tres jugadores que apuntan para hacer cosas importantes a nivel nacional, pero todavía tienen 14, 15 o 16 años.--¿Le resulta muy distinto entrenar a profesionales que a jóvenes?--Sí, sobre todo a nivel individual, en el trato, pero con ellos tienes la garantía de la ilusión, que predomina sobre cualquier otra cosa. Además, he tenido la suerte de dirigir a un grupo humano tremendo, son amigos entre ellos. El bronce es un buen colofón a 45 días de concentración, a lo que hay que unir el oro en los Juegos de la Juventud, que también es importante.

--¿Le resulta muy distinto entrenar a profesionales que a jóvenes?

--¿Están contentos en la Federación Española con usted?--No hacen valoraciones hasta dentro de varios meses, cuando se sepa si continúo como seleccionador cadete. El año pasado ocurrió lo mismo.

--Parece que ahora Extremadura exporta entrenadores de baloncesto, al contrario que en otras épocas...--El baloncesto ha crecido lo suficiente aquí como para que a nivel técnico haya gente que también pueda salir fuera. Eso da una idea de lo que ha supuesto el baloncesto en Cáceres a todos los niveles.--¿El bronce le compensa la tristeza por la pérdida de la plaza en la LEB?--No. Evidentemente, no tiene nada que ver. Estoy contento por la federación y el grupo de chavales, pero el tema de la venta es diferente. Si fuera de Cáceres cuesta creer que aquí no haya baloncesto, a los más allegados más todavía. Era algo a lo que estábamos abocados desde hace varias temporadas y al final ha pasado lo que nadie quería.

--¿El bronce le compensa la tristeza por la pérdida de la plaza en la LEB?

--¿Tiene su propia versión de lo sucedido, visto con un poco de distancia ya?--Todo lo que ha pasado es casi inexplicable. Han sido una serie de circunstancias tan extrañas y enrevesadas... Desde el principio yo tenía las cosas muy claras, pero no querría adentrarme en interioridades. Pasó el mal trago y ahora lo que queda es que se puede crecer desde cero, sin caer en los errores en los que se ha caído desde hace ya muchos años.--¿Cómo cree entonces que se puede volver a la élite? ¿Con el propio Cáceres o con otro club nuevo?--No lo sé. Lo que sí sé es que Cáceres se merece tener baloncesto de élite. Ahora hay una oportunidad de poner cimientos sólidos, haciendo las cosas bien, con cabeza e intentar ir creciendo poco a poco, que no nos vuelva a pasar lo que nos ha pasado.

--¿Cómo cree entonces que se puede volver a la élite? ¿Con el propio Cáceres o con otro club nuevo?

--Ahora ya piensa en el Burgos, ¿tiene la presión de subir?--Es un club para ascender, como lleva intentándolo las dos últimas temporadas, y yo voy a hacer lo posible para que sea así ahora.

--¿Está decepcionado por acabar en la LEB-2 cuando se llegó a hablar de equipos de categoría superior?--Al principio me costó un poco asimilarlo, porque creí que la etapa en esta categoría la había culminado con el Plasencia, haciendo dos temporadas muy buenas. Mis dos temporadas en Cáceres en la LEB fueron más que valoradas fuera de aquí, pero las circunstancias son así. La verdad es que estuve muy cerca de muchos equipos que iban a ser aspirantes a subir a la Liga ACB, pero no se consiguió. Parecía que me quedaba en Cáceres, tranquilo, pero con la venta de la plaza me quedé sin sitio en la LEB. Pero a mí lo que me gusta es entrenar, me hice a la idea, y estoy contento porque el Burgos me está tratando fenomenal.