Pocas veces, Nina Jivanevskaia ha abandonado una piscina con una sonrisa de felicidad más grande que la de ayer. La nadadora hispanorusa acabó quinta en la final de los 100 espalda, la misma prueba en la que subió al podio hace cuatro años, y ayer lo hizo lejos de las posiciones de medalla, pero satisfecha de que se hubiera acabado todo. Feliz por haber concluido la carrera. "No podía aguantar más la presión. Sólo tenía ganas de tirarme al agua y de nadar. Me daba lo mismo acabar primera que quinta. Sólo quería que todo se acabara".