"No era nuestro fin de semana, ni era nuestra guerra", sentenció Fernando Alonso para explicar las tres posiciones perdidas en carrera. "Yo lucho por el título. No puedo entrar en la guerra de pilotos que solo se juegan una buena actuación en una carera como esta. Tenía mucho que perder, pero he sumado seis puntos, cinco más que Kimi". Ese era el objetivo desde que el sábado supo que los reglajes del F138 no funcionaban. "El coche no fue en la crono, ni en la salida, ni tenía ritmo de carrera. Ese ha sido el origen de todo", dijo sereno, sin acritud, ni siquiera con Sergio Pérez: "No quiero decir nada en contra de Checo, no quiero dar ningún titular. Es muy agresivo y, a veces, le sale bien, como en Barhain, y otras mal, como aquí en Mónaco".

En su madurez no solo mira al título, sino que comprende bien los riesgos que asumieron el propio Pérez, Jenson Button o Adrian Sutil al adelantarle. "Ellos no se juegan nada y pueden ser agresivos. Si no voy por la chicane, Checo me hubiera arrollado; sino cedo en Loewe, Sutil también me hubiera chocado. Sé cuál es su posición, yo también era así de agresivo cuando, en el 2008 y 2009, no me jugaba nada con Renault. Pero ahora lucho por el título y no puedo entrar en esas guerras".

Quien sí rajó fue Kimi Raikkonen. Llamó "estúpido" a Pérez por radio y, después, ante todos los medios de comunicación pues, tras el encontronazo con el mexicano, tuvo que entrar en boxes a cambiar una rueda pinchada que le costó nueve puntos. Alonso eligió el camino de "minimizar daños" en un fin de semana con errores de reglajes. "Si quieres pelear por el título, no tienes más remedio que ceder". Y ni aún así.

Pensando en Canadá

"Cuando Checo chocó con Kimi, un trozo del alerón del McLaren se quedó debajo de mi coche. Perdí 50 puntos de aerodinámica". Fue entonces cuando cedió ante Sutil. Pero el asturiano no culpa a la mala suerte. "No teníamos ritmo, esa fue la clave. Rosberg manejó bien la carrera para sus intereses, para conservar sus ruedas", dijo el español.

"Nico rodó en 1.23 cuando podía hacerlo en 1.19 --añadió-- y eso complicaba las cosas por detrás, porque permitió que todo el mundo te pudiese atacar. Y, además, tampoco teníamos ritmo en carrera, porque apenas podíamos seguir casi a los primeros, ya desde el inicio".

Intenta olvidar Alonso ya un fin de semana a la defensiva y piensa en Canadá. "Es un circuito normal donde volveremos a ser competitivos, como lo hemos sido en todas las carreras esta. Ya sabemos lo especial que es Mónaco. Pero, repito, Montreal volverá a poner a todos en su sitio".