ESPAÑA 63: (16+18+12+17) Palau (6), Fernández (16), Valdemoro (7), Pons (4), Cebrián (9) -cinco inicial-, Sánchez (12), Martínez (3), Ferragut (3), Pascua (3) y García (-).

BRASIL 67: (14+20+15+18): Helen (8), Iziane (7), Janeth (27), Sobral (4), Alessandra (8) -cinco inicial-, Pinto (5), Cintia (-), Kelly (8), Vivian (-) y Silvia (-).

ARBITROS: Voreadis (GRE) y Ethier (CAN). Excluyeron por personales a Cebrián (m.40) y Pons (m.40)

INCIDENCIAS: Encuentro correspondiente a los cuartos de final del torneo femenino de baloncesto de Atenas 2004.

Elisabeth Cebrián quería despedirse de la selección española con una medalla en Atenas 2004, un sueño que ya no podrá cumplir por culpa de un mal partido frente a Brasil y la calidad de una jugadora rival, Janeth Arcaín --veintisiete puntos--, máxima anotadora del choque. Ahora las chicas españolas tendrán que jugarse la quinta plaza.

El debate hispano-brasileño giró en torno a los parámetros ya conocidos: rigor defensivo por parte las subcampeonas de Europa y velocidad por parte del cuadro suramericano aderezada, claro está, con una fuerte presencia en el rebote ofensivo.

Por ahí encontró el sufrimiento España, por los rechaces que las brasileñas atraparon dentro de la pintura. Nueve rebotes de ataque en los dos primeros cuartos dieron al traste con la buena actuación española en ataque.

Las chicas de Vicente Rodríguez subsanaron la sangría dentro de la pintura desde el arco de triples hasta el intermedio. Seis de diez más allá de los 6,25 metros compensaron las segundas opciones de tiro que Brasil añadía a sus posesiones gracias a los centímetros de sus pivots y, lo peor, a la habilidad de Janeth Arcain, una pesadilla en el perímetro y una imán para los rechaces largos.

El 34-34 que presidía el tanteador en el descanso resumía un encuentro que ninguno de los dos equipos fue capaz de poner bajo control. Brasil fue muy peligroso cada vez que Janeth, por fuera, y Oliveira, por dentro, miraban a la canasta. España hizo daño de forma colectiva, menos individual, siempre que movió el balón con criterio.

Las subcampeonas de Europa perdieron el ritmo. Sus puntos empezaron a caer con cuentagotas (seis entre los minutos 30 y 37). Elisabeth Cebrián entró con cuatro faltas para jugarse la clasificación.

Las semifinales iban a depender de la lotería de tiros libre pero allí, la excelente Janeth anotó seis seguidos y sentenció.