"Antes de empezar les hice a los jugadores un chascarrillo preguntándoles inicialmente que pensaban qué sería lo peor que nos podía pasar algún día". Así ha desvelado Luis Enrique, entonces entrenador del Barça, los minutos previos a la final de Berlín, la última Champions que ha conquistado el club azulgrana. Hace hoy justamente cinco años. "Recuerdo que algunos, como los veteranos, Alves, Xavi, empezaron a hablar.. Y decían cosas de fútbol, pero yo les respondí: 'Imaginaos estar en el vestuario de la Juve y que os estuviera hablando del Barça. Estaríais cagados", no hay otra", ha indicado el entrenador asturiano.

"Fue una final inolvidable. No he estado más nervioso en mi vida como entrenador o como jugador", ha confesado Luis Enrique a Barça TV. "Esperaba que me iba a tranquilizar, pero tenía una tensión interna difícil de gestionar", ha reconocido después, quien recordó que el gol inicial de Rakitic "fue una inyección de moral". El Barça sometió a la Juventus (3-1) y levantó su última Champions.

NOSTALGIA DEL TRIDENTE

"Es lo más bonito que puede vivir un jugador, un entrenador, un aficionado: ganar la Champions y ganar el tripete. Fue la segunda vez en la historia del Barça. Eso explica el club que tienes", ha asegurado Luis Enrique. Desde entonces, hace ya cinco años, el Barcelona no ha vuelto a ganar una Champions. Ni tan siquiera jugar una final.

Era el dominio del tridente: Messi-Suárez-Neymar. Un tridente que se deshizo dos años después con la marcha del brasileño al Paris SG. "La grandeza de ese tridente no es su nivel futbolístico sino la capacidad que tuvieron como personas para poner por delante el interés del equipo al individual. Era una plantilla unida y comprometida. Pero no solo eran Messi, Suárez y Neymar... Detrás, había unos jugadores espectaculares. Casi una selección mundial".