Gustavo Aranzana no daba crédito a lo sucedido. Pocas veces en su larga carrera habrá empezado los últimos diez minutos con 14 puntos de ventaja y luego haya sido derrotado. "No hemos merecido perder", acertó a decir en la rueda de prensa, visiblemente afectado por lo sucedido. La historia de Girona y Granada, donde su equipo también desperdició su escapada en el marcador, se había repetido con creces. El técnico del Cáceres achacó el desenlace a que "nos faltó rotación de pívots en los últimos minutos, ya no teníamos una referencia interior". "Hemos hecho un muy buen partido cuando hemos tenido frescos a Williams y Antelo. Sedlak se ha lesionado. Ganar un partido con dos pívots es muy difícil. Sanguino sale y no ha estado duro, no coge un rebote", se quejó.