Semana de mucha reflexión en torno al Extremadura. La dura derrota en el Francisco de la Hera ante el Sporting (más abultada de lo que dictaba la realidad), ha dejado mermado y en entredicho todo el enorme trabajo realizado por el cuerpo técnico de Rodri durante los últimos meses para construir un patrón de juego y un equipo de garantías que busque la permanencia. Al menos para la grada de Almendralejo, que salió muy descontenta del estadio y no terminó de entender el carrusel de cambios que el técnico barcelonés hizo en su equipo. El míster defiende que los suyos han generado más que en los partidos anteriores, pero que el gol en contra les hizo mucho daño. No le falta razón, aunque la afición evalúa sus números, donde el Extremadura ha logrado sólo una victoria en los ultimos nueve partidos. Esas cifras lo siguen dejando en descenso, por primera vez a cuatro puntos de la salvación (dos partidos). Marca plaza el Rayo Majadahonda, próximo rival el sábado en Almendralejo. Más que una final.

Le había costado mucho al Extremadura madurar en la categoría y encontrarle el pulso a la Segunda División. Por eso, tocar la que funcionaba, parecía osado dentro de la sensatez de las alineaciones azulgranas con Rodri. Pero ocurrió. El preparador barcelonés relevó a Pardo por Perone en el eje de la zaga en una decisión impopular que la grada le reprocha. Pardo, que comenzó mal la temporada, había sido una de las noticias agradables en los dos últimos meses de competición, pero el mercado de fichajes lo mandó el domingo al banquillo. Eso, unido a los dos últimos goles encajados por el equipo ante el Sporting, pusieron el dedo en la llaga.

También le está costando al respetable entender la posición de Roberto Olabe en la banda. El futbolista de San Sebastián (cedido por el Atlético de Madrid) ha sido una de las notas agradables del Extremadura este año, pero siempre jugando por el centro. Desde que empezó a situarse en la banda por la falta de extremos, a Olabe se le ha visto menos participativo y, por momentos, ligeramente incómodo. Rodri justifica que no juega en banda y que hace de tercer centrocampista por dentro, aportando equilibrio en un sistema volátil y con muchas variaciones durante los 90 minutos.

Otro cambio de Rodri en las últimas semanas está focalizado en el lateral derecho, donde Alex Díez ha desaparecido literalmente de las alineaciones. El lateral cacereño, de lo mejor en la primera vuelta azulgrana, no se sentó siquiera en el banquillo ante el Sporting. Preguntado por este hecho en sala de prensa, Rodri argumenta que es una decisión táctica: «Hay que sacar un once y el que pusimos pensamos que era el más idóneo. Hay muchos laterales y todos de buen nivel. Irán entrando y saliendo en función de las necesidades del equipo y los estados de forma», zanjó al respecto.

Lo cierto es que durante el choque ante el Sporting, el Extremadura perdió una buena oportunidad a la hora de colgar centros desde los costados con el futbolista que, quizá, mejor maneja esta faceta como es Alex Díez. Cierto es que, en labores defensivas, Aitor Fernández ha aportado más consistencia en la retaguardia, ya que el asturiano maneja más conceptos defensivos.

Dentro del carrusel de cambios, Rodri también se aventuró a jugar con Perea y Ortuño como hombres más adelantados. Ambos cuajaron un buen partido. Especialmente participativo estuvo Alberto Perea, quien jugó con apenas un entrenamiento en sus botas. El futbolista manchego puede ser ese hombre que genere la verticalidad y el último pase que le falta al Extremadura. Todo a la espera de José Antonio Reyes, que sigue sin tránsfer para jugar.

Una final/ Rodri tiene toda una semana por delante para ordenar ideas y solidificar los conceptos que habían construido a un Extremadura más fiable. Todo ello con la necesidad no sólo de generar seguridad defensiva, sino goles. Los azulgranas no han mojado en los últimos tres encuentros, justo desde la marcha de Enric Gallego.

El técnico recoge el guante y sabe que el sábado ante el Rayo Majadahonda «es un partido que puede marcar el devenir de la temporada». Curiosamente, el Extremadura vuelve a estar en una situación crítica justo cuando se mide al cuadro madrileño. Ya le pasó en la primera vuelta y, entonces, salió la mejor versión azulgrana para aplastar al Rayo en el Wanda Metropolitano.

La afición espera impaciente una reacción de su equipo para no perder la confianza en la segunda vuelta. Para el partido no estará Pomares, que ante el Sporting vio la quinta amarilla. Por contra, volverá Kike Márquez y podría llegar Chirivella. Más alternativas para que la máquina vuelva a funcionar.