Los reveses judiciales no frenan a Le Monde. Después de ser condenado el lunes por el Tribunal Supremo a indemnizar al Barça con 15.000 euros por vincularle con la operación Puerto, el rotativo francés ha vuelto a azuzar la sombra del dopaje sobre el deporte español. Y lo hace de la mano de Yannick Noah, el último francés que ganó en Roland Garros, que soltó derechazos en un artículo de opinión en el que reclama la legalización del dopaje. 'Hoy en día, el deporte es un poco como Astérix en los Juegos Olímpicos: si no tienes la poción mágica, es difícil poder ganar. Y aquí parece, como Obélix, que ellos fueron los afortunados que cayeron en la olla», dice el extenista sobre los deportistas españoles en un artículo titulado La poción mágica. 'Vamos a dejar la hipocresía. La mejor política es la de aceptar el dopaje. Y que todo el mundo tenga la poción mágica. Por supuesto, debemos respetar la presunción de inocencia, pero que nadie se deje engañar'.

'En España hubo el caso Fuentes, el mayor escándalo de dopaje de la historia, y se hizo pschitt (silencio) ¿apunta¿. La mayoría de los clientes españoles del doctor se salvaron. Tal vez porque allí el deporte juega un papel muy importante y sus héroes están más protegidos que en otros lugares', comentó. Su hijo Joakim, pívot de los Chicago Bulls, fue condenado a seis meses de libertad condicional en el 2008 por posesión de marihuana, sustancia prohibida por la Agencia Mundial Antidopaje y que papa Noha reconoce que consumía cuando competía.

'Cuando yo andaba todavía entrenando con mi raqueta, no hacíamos el ridículo, ni mucho menos, delante de nuestros amigos españoles como ahora pasa en el campo de fútbol, ¿en el ¿baloncesto o las carreteras del Tour de Francia', lamenta, haciéndose eco de la frustración que algunos franceses sienten ante la grandeur pérdida en los campos y las pistas. El extenista presenció en Kaunas (Lituania) la derrota de su hijo en la final del Europeo de básquet contra la España de los Gasol y Navarro. Desde que Yannick se coronó en 1983, La Marsellesa no suena en Roland Garros, como tampoco lo hace en los Campos Elíseos desde Bernard Hinault, en 1985. Y desde que ganó la Eurocopa de fútbol del 2000, Francia ha sido más noticia por el cabezazo de Zidane en la final del Mundial de Alemania 2006 y el motín del Sudáfrica 2010.