Nunca había ocurrido. Y nunca es nunca. Lo del viernes en Madrid ante el Canoe será nuevo para el baloncesto de la ciudad: el Cáceres Patrimonio de la Humanidad se jugará la permanencia en la última jornada de su liga, la LEB Oro, algo que no había sucedido ni en este club actual ni en el extinto Cáceres CB. En casi 30 años de baloncesto profesional masculino en la capital cacereño no se había dado esta circunstancia, ya que los dos únicos descensos se produjeron en circunstancias diferentes a esta.

El primero de ellos hay que encontrarlo en la temporada 2002-03, cuando el Cáceres Club Baloncesto bajó de la Liga ACB a la LEB, pero lo hizo matemáticamente cuando todavía restaban dos encuentros. Aquel 4 de mayo de 2003 saltó a la pista del Joventut ya descendido, ya que horas antes el Valladolid había ganado su partido, certificando así el descenso de los cacereños. Las jornadas 33 y 34 las disputó ya sin opciones.

Anteriormente en la élite, el club sí había mantenido la categoría de forma agónica, pero bajo la fórmula de ‘playoffs’ ante el Ferrys Lliria (temporada 92-93, victoria por 3-2) y el Ourense (97-98, 3-1). A partir de entonces los descensos se decidieron por ocupar las dos últimas posiciones en la liga regular.

En verano del 2005, aquel Cáceres dejó de existir por las problemas económicos. Se terminaría refundando en una nueva entidad desde 2007. Cuando ha estado en Oro, sus permanencias han sido bastante tranquilas, menos quizás la pasada campaña, cuando la amarró por fin faltando solo dos jornadas.

Descenso voluntario

Su único descenso a la LEB Plata se produjo por su propia voluntad. En 2013 consideró que no podía reunir el presupuesto suficiente, pese a haber terminado quinto la temporada anterior --la mejor clasificación de su historia-- y decidió inscribirse en la categoría inmediatamente inferior, donde estuvo dos años, hasta que ascendió en 2015 siendo campeón de la liga regular.

El viernes (21.00 horas) será a cara o cruz. El equipo depende de sí mismo e incluso perdiendo podría tener la opción de que el Oviedo batiese al Prat.

En una cita así el Cáceres no quiere estar solo y ya se está moviendo para que sus aficionados obtengan las mayores facilidades si quieren estar presentes en un día que, pase lo que pase, será histórico. El del Pez Volador es uno de los pabellones más pequeños de la competición, con un aforo que apenas llega a los 600 espectadores.