La sexagésima edición de la Vuelta a España, cuyo recorrido oficial fue desvelado ayer en un acto celebrado en el auditorio Juan Carlos I del parque ferial de Madrid, apuesta por la montaña con seis finales en alto sin olvidar las oportunidades de los contrarrelojistas, que tendrán 84 kilómetros repartidos en tres jornadas. Una carrera dura, según muchos de los protagonistas que acudieron al acto. La prueba, debido a la remodelación del calendario con un nuevo sistema de competición marcado por el polémico ProTour, comenzará el 27 de agosto en Granada y la última meta estará, como ya viene siendo habitual, en Madrid, el 18 de septiembre.

FINALES EN ALTO Por medio muchos kilómetros, cerca de 3.239 repartidos en 21 etapas de las cuales seis de ellas tendrá la línea de llegada en alto, en las cimas de la estación de Valdelinares, en Teruel, en la sexta jornada. Un final conocido por muchos de los corredores que van a estar en la Vuelta al ser una llegada habitual en la Vuelta a Aragón, pero inédito en la ronda española. Tras ese final llegarán las llegadas en las cúspides de la estación andorrana de Ordino Arcalís en la décima etapa el 5 de septiembre; al día siguiente Cerler en la 11 (Huesca); el día 9 otro final inédito, el alto Virgen de la Bien Aparecida, en 13 jornada (Cántabria); 24 horas después Lagos de Covadonga en 14 etapa y pocas horas más tarde cerrando el ciclo de alta montaña el final en la estación asturiana de Valgrande-Pajares en la 15 jornada.

Seis llegadas en alto a los que hay que añadir tres de las catalogadas de media montaña, especialmente los dos últimos días por carreteras de la sierra de Gredos, por las provincias de Avila y Segovia y la madrileña de la estación de Navacerrada y sus alrededores. Un perfil más montañoso que en las últimas ediciones, aunque esta perfectamente combinado con las jornadas llanas que serán nueve y con las cronometradas que están ubicada en momentos claves.

CONTRA EL CRONO La primera en el comienzo granadino. Unos primeros nueve kilómetros duros y selectivos con una ascensión espectacular como es la subida a las puertas de La Alhambra; luego 35 kilómetros den el noveno día de competición, en Barcelona, con salida y llegada en el mítico estadio de fútbol de Camp Nou, una jornada similar a la del año 2002 cuando la línea de meta de la crono final estaba en el Santiago Bernabéu. Los últimos 40 kilómetros cronometrados unirán Guadalajara con Alcalá de Henares.

Al margen de los finales en alto y cronometradas la primera semana de la carrera tendrá por escenarios carreteras de Andalucía, con el primer final en línea en Córdoba y después la localidades manchegas de Puertollano, Argamasilla de Alba y la capital conquense, jornadas que están encuadradas en los actos dedicados al 400 aniversario de la publicación de El Quijote.

BARCELONA Y MADRID Tras ese primer periplo, primer contacto con la montaña, con el final de Aramón Valdelinares y enfilar hacía la costa mediterránea con llegadas a Vinarós y Lloret de Mar como preliminares a la crono de Barcelona.

El colofón, los últimos 140 kilómetros, tendrán por escenario Madrid y sus alrededores, donde una semana después se disputarán los campeonatos del mundo de fondo en carretera.

Así una edición con más montaña que en los últimos años, aunque los especialistas contra las manecillas de reloj también disponen de tres oportunidades siendo las principales novedades la ausencia de la crono por equipos y la final contrarreloj individual que ponía punto final a la Vuelta a España.