Ocho días después de la agónica derrota en la pista del Trapa Palencia, el Cáceres Patrimonio de la Humanidad regresa a la arena para medirse en su pabellón al HLA Alicante (21.00 horas). Es la decimotercera jornada de una LEB Oro que por ahora se está caracterizando para los extremeños por las ilusiones que está despertando en su hinchada. El balance de 7 partidos ganados y 5 perdidos continúa por encima de las expectativas, sobre todo después de que la pasada campaña hubiese que esperar al último día para firmar la permanencia en la categoría.

En el Cáceres no ha dejado aparentemente secuelas negativas perder en Palencia ante uno de los ‘grandes’ y la prórroga, teniendo inclusión opción de vencer tanto al final del tiempo reglamentario como del extra. Con muchos días para preparar este partido, las fuerzas del equipo que dirige Roberto Blanco permanecen intactas.

ÚRIZ Y JANKOVIC, BAJAS / El horizonte sí lo nubla el hecho de que Ricardo Úriz no haya conseguido recuperarse de las molestias que ya le impidieron disputar el partido anterior.

Tampoco es probable que juegue Kosta Jankovic, con que no ha entrenado en toda la semana por dolores en la espalda. Su ausencia no es muy relevante por el hecho de que en todo lo va de temporada solo ha estado 55 minutos en pista. En los últimos choques no ha llegado a jugar.

Blanco volverá a tirar de Ferrán Ventura como segunda opción en el puesto de base como alternativa a Aitor Zubizarreta, mientras que en cuanto a Jankovic volvió a desear públicamente que se encuentre una solución para que salga del club.

En la convocatoria se estrenará Adrián Usó, un exterior que milita en el filial de Liga EBA, el Torta del Casar, que este verano regresó al Cáceres después de varios años en la cantera del Basket Zaragoza, el Ferrol, el Ávila y el Plasencia, entre otros. Con 23 años es todavía joven y durante estos días ha echado una buena mano en los entrenamientos.

Para el técnico, «hemos trabajado para solucionar lo que no hacemos bien, las cosas que nos hicieron perder en Palencia. A veces la juventud y el ímpetu que tenemos nos ha costado algún error muy importante».

Enfrente estará un HLA Alicante recién ascendido. Empezó dignamente, pero ahora lleva una serie abierta de tres derrotas consecutivas y su balance es justamente el inverso del verdinegro: 5-7. «Tiene una columna vertebral muy potente», afirmó el entrenador local.

Motivos tiene para decirlo con nombres como los del escolta Justin Pitts --máximo anotador de la liga con 19,1 puntos por encuentro--, el pívot Bamba Fall --segundo más valorado de la competición con 20,5-- y el director de juego Pedro Llompart. Este último cumplirá 38 años el mes que viene, pero cumple a la perfección el tópico de que es la extensión de su entrenador, el exbase Pedro Rivero, en la pista. Al trío hay que sumarle el extremeño Alex Galán, un calamonteño que pasó por la cantera del Cáceres cuando era cadete y por el Plasencia en LEB Oro hace dos años y que ha sido internacional en categorías inferiores. Con 20 años y 2,07 no hay que perder de vista su progresión (8,3 puntos y 4,4 rebotes en 23 minutos). Al Multiusos llegará un autobús de seguidores de su localidad natal.

Menos potencia de fuego tienen los alicantinos saliendo del banquillo, donde permanecen otras piezas importantes en el ascenso como Nacho Díaz y Chumi Ortega.

SOBRE LA IDENTIFICACIÓN / «Esperamos un partido muy difícil, en el que tenemos que estar muy concentrados y redoblar esfuerzos para que la victoria se quede en casa», sentenció Blanco. «Nosotros tratamos de convencer a los jugadores de que pueden competir contra cualquiera, hacerles ver en qué son buenos y en qué pueden hacer daño al rival. Asumen su rol y su cometido. Eso te da confianza para enfrentarte a los mejores de la liga», añadió. Todo eso «sin perder la humildad y la perspectiva».

Interesante será comprobar la respuesta del público. En el último choque en casa, ante el Liberbank Oviedo, se observó una mayor afluencia de público. ¿Se mantendrá la tendencia después de la imagen positiva ofrecida en Palencia? «Uno de nuestros objetivos en verano era que la gente se sintiese identificada con el equipo y con el estilo. Si viene cada vez más gente, lo habremos cumplido y los jugadores se sentirán con más motivación para alimentar esa ilusión», remarcó el técnico de Plasencia.