Empieza el Mundial de motociclismo. Los protagonistas son los pilotos. Son los elegidos entre un puñado de laureados (en la parrilla de MotoGP se han juntado este año hasta nueve campeones del mundo, que acumulan 23 títulos), capaces de hacer las delicias de los aficionados sobre máquinas equipadas con neumáticos que parecen de chicle y que les permiten acariciar, hasta con el codo (algunos, incluso con su culo) el asfalto de la pista.Jorge Lorenzo (Yamaha, cuatro títulos), Dani Pedrosa (Honda, tres cetros), Marc Márquez (Honda, dos campeonatos) y el italiano Valentino Rossi, el Doctor, el hombre historia, el mito (Yamaha, nueve coronas apretando sus sienes), se han convertido en la imagen, en el mejor cartel jamás soñado, en los líderes de un Mundial que, pese a las estrecheces económicas y las dificultades para salir adelante, vuelve a captar la atención de medio mundo con sus apasionantes, vibrantes y vistosas carreras. Desde el colegio de Moto3 hasta la universidad de MotoGP, pasando por el bachillerato de Moto2.