Son nueve deportistas de muy distintas generaciones, desde los 13 años de Luis García a los más de 40 de Victoriana Román y Felipe Cantero. Y estrenan una nueva selección extremeña que compite en Zaragoza este fin de semana en su particular Campeonato de España: el de hockey en silla de ruedas eléctrica, una modalidad reservada para personas con una discapacidad muy severa. Pocos pueden discutir que tiene mérito haber formado un equipo así cuando solo lo han logrado otras tres autonomías mucho más pobladas: Cataluña, Madrid y Comunidad Valenciana.

Los nueve héroes extremeños han llegado a este peculiar hockey con un entusiasmo que no conoce barreras. En su circunstancia, con una movilidad muy reducida por enfermedad o parálisis cerebral de nacimiento, lo habitual es más bien practicar deportes individuales, como la boccia o el slalom. Ahora, compartir pista y enfrentarse a un oponente a nivel colectivo les ha disparado la ilusión.

Será el estreno público de un grupo que se ha ido gestando en los últimos años gracias fundamentalmente al trabajo de Mercedes Hellín, una exjugadora y entrenadora de hockey. Ella, especialista en deporte adaptado, una asignatura que imparte en el IES Al-Qazeres, recogió la idea que se venía practicando en otros lugares y se movió para darle impulso. Fue clave que organizase unas jornadas en 2014 en la que un equipo de Madrid realizó una exhibición. «Aquel día empezamos a meter el gusanillo de este deporte a varios», recuerda Abel Becerra, de la Federación Extremeña de Parálisis Cerebral.

DIFICULTADES / No fue sencillo, aunque se metiese en el programa de los Juegos Extremeños del Deporte Especial (Jedes). Las sillas para practicar este hockey deben tener unas especificaciones muy exigentes, empezando por protecciones de acero y la homologación de los mandos con los que se manejan. En la compra del material se concentró el grupo durante el año pasado con vistas a dar el salto nacional en este. Y se ha conseguido.

Luego ya fue todo ir montando la plantilla con los mejores para poder disputar los encuentros, que se dividen en dos tiempos de 30 minutos. El objetivo es meter la bola en las peculiares porterías de dos metros de largo y apenas 30 centímetros de alto. Y allá que se entregan todos, por mucho que les resulte muy complicado moverse y al mismo tiempo golpear la bola con el palo.

Por descontado, cada uno de los nueve jugadores tiene su propia historia. Luis García, el más joven, es un adolescente de Usagre que, afectado de una miastenia que retrasó su desarrollo físico desde niño, empezó a practicar deporte a través de la entidad deportiva Puri Saenz, de Ribera del Fresno. «Es un espectáculo», destaca Becerra.

Victoriana Román sufrió poliomelitis y, como Felipe Cantero, pertenece al Jara Imserso de Alcuéscar, uno de los clubs que más intensamente ha trabajado en los últimos años en el deporte adaptado. Del Aspaceba están Serafín Rodríguez, Asunción Zabala y Luzia de Melo, una africana afincada desde hace años en Extremadura. Y otro chico muy joven es Hugo Benavides, con 16 años. Juan Carlos Vega y Felipe Simón completan la relación de participantes en el Centro Siglo XXI de Zaragoza.

Mañana debutarán contra Cataluña (9.00 horas) y deberán redoblar esfuerzos para completar la liguilla clasificatoria ese mismo día ante Madrid (15.00) y Comunidad Valenciana (18.30). Los dos primeros disputarán la final el domingo a las 11.45, justo después después del partido por el tercer y cuarto puesto (10.00).