El primer objetivo de Alejandro Remiseiro, nuevo propietario del Sporting Villanueva Promesas, es dejar normalizada la situación del club para principios de año, para que en el encuentro ante el Melilla del 8 de enero, todos los pagos estén al corriente.

El empresario gallego, que el domingo presenció el partido del Sporting ante el Almería B (0-0), señaló en declaraciones a la agencia Efe que tiene "muy segura" su postura de hacerse con las riendas del club y ha dado su palabra de mantener la plantilla y el cuerpo técnico, encabezado por el entrenador Albert Ferri.

Los jugadores han protagonizado el encierro más largo de la historia del fútbol español, aunque su sacrificio parece haber dado resultado. "Son unos luchadores", dijo ayer en referencia a los futbolistas que a pesar del duro encierro han mantenido al equipo a solo dos puntos de la salvación.

El domingo, tras tres horas de reunión, se selló el acuerdo con los anteriores propietarios, los hermanos Jordi y Francesc García. El precio de la venta, según Efe, es de 100.000 euros más la deuda con la Seguridad Social. El acuerdo entre ambos empresarios es total y solo falta elevar la firma a escritura pública, lo que sucederá mañana miércoles ante notario.

SEGUIR EN SEGUNDA B "Queremos que Villanueva del Fresno siga disfrutando durante muchos años del fútbol de Segunda División B", dijo. "Y para ello hay que empezar a luchar por no descender desde el próximo partido en Melilla", el último de la primera vuelta.

SUS OBJETIVOS El reto del nuevo presidente es sentar las bases, dotar al club de una estructura deportiva (asegura que tiene intención de contratar a un director deportivo), además de cumplir con las nóminas de los jugadores y reforzar la plantilla para conseguir la permanencia en Segunda División B.

De momento el equipo ya ha sufrido una baja, la del defensa Jorge Mariano Pulido, que abandonó el club la semana pasada para marcharse al Fuenlabrada del Grupo VII de Tercera División. Por otro lado, David Cabello termina contrato el 31 de diciembre y ayer aseguró en Canal Extremadura Radio que aún no ha decidido qué hará. Aun con Cabello, el Sporting tiene una plantilla corta, por lo que será necesario reforzarse, y con jugadores de calidad, para conseguir el objetivo marcado por Remiseiro, que pasa por seguir en Segunda División B.