Pueden anotarlo aunque no sean forofos de las carreras porque empieza, ahora sí, a ser más que histórico. Marc Márquez Alentá, con 26 años, lleva los siguientes números: 124 carreras en MotoGP, 62 poles, 55 vueltas rápidas, 54 victorias (en total ya 80, a 10 de Ángel Nieto, 92 podios (en total, 131) y seis de siete títulos en juego (en total 8).

Ese muchacho, que, cuando tenía 9 años lloraba sin consuelo si era segundo, volvió a hacer magia en Motegi, en el GP de Japón, ante 88.597 aficionados, y logró algo que muy poquitos pueden conseguir en un mismo fin de semana: pole, victoria, vuelta rápida y liderar de la primera a la última vuelta.

Márquez fue incapaz de cortar gas ni siquiera en el gran premio posterior a proclamarse octocampeón, entre otras razones porque quería ganar para regalarle un nuevo título de constructores a Honda, como así hizo, y porque, no nos engañemos, no quiere mostrar ni un solo síntoma de debilidad a sus rivales de siempre. Ahí está Jorge Lorenzo, a más de 40 segundos, y ahí Valentino Rossi, cayéndose al perseguirle) y a la next generation, liderada por Quartararo (Yamaha), quien, con su segundo puesto, se proclamó ayer flamante ‘rookie’ de la temporada.

Como ése es el antiMárquez el rival señalado para el futuro para el 2020, el octocampeón quiso machacarle y, tras un intento suicida de adelantamiento en la segunda vuelta, Márquez decidió escaparse y dejar la migajas para los demás. «Tenía más ritmo, más velocidad, y no quería complicarme la victoria ni el título para Honda con una pelea absurda con Fabio».

Ramón Forcada, campeón con Lorenzo y ahora técnico de Franco Morbidelli, cuenta que, en cuanto Marc logra un segundo o segundo y medio de ventaja, «ya no hay carrera». Y Márquez tenía ya dos segundos en la vuelta 13. «A partir de entonces, no tuve más remedio que dosificarme para vigilar el desgaste del neumático trasero y, sobre todo, la gasolina, pues aquí consumimos más de la cuenta».

SIN GASOLINA / Gastó tanta gasolina, que, a solo dos vueltas del final, se encendió la luz de alarma del salpicadero de la Honda RC213V. «Empecé a dudar. ¿Vienen? ¿Sigo tirando?, así que decidí bajar un poco el ritmo pues corría el riesgo de quedarme sin gasolina en la última vuelta». Y, sí, Márquez se quedó sin gasolina…pero en la vuelta de honor y tuvieron que empujarle hasta el podio. «Te juro que cuando vi que bajabas el ritmo», le dijo Quartararo en la celebración, «pensé ‘este tío se va a quedar sin gasolina e igual gano’, pero no, ni por esas».

Es la primera vez en la historia que Márquez enlaza 13 podios seguidos. Lleva 15 de 16 «y quiero conseguir 18 de 19, si puedo». No solo eso, también quiere establecer un nuevo récord de puntos. Ahora suma 350 y la mejor marca es de Jorge Lorenzo, en el 2010, con 383. Quedan en juego aún 75 puntos (Australia, Malasia y Valencia). Es posible, sí. Márquez está solo a 12 puntos de su mejor total (362, en el 2014).

«Soy muy feliz, por ganar, por mis números, aunque nunca los miro y por hacer feliz a tanta gente. Eso sí, no dejaré de ser, de vez en cuando, un inconsciente porque, a veces, es bueno cerrar los ojos, intentar el ‘más difícil todavía’ y que te salga».