La gimnasta rítmica Nuria Cabanillas, que fue tricampeona del mundo y medalla de oro en los Juegos Olímpicos de Atlanta de 1996, defiende hoy este deporte como manera de aprender a superarse en la vida a los niños y adolescentes, algo que, a su juicio, "se nota" cuando crecen.

Tras presentar en Badajoz del VII Campus Internacional que lleva su nombre y que este año se realizará en la localidad pacense de Alconchel, Nuria Cabanillas señala que el deporte de elite es una cosa y potenciar los valores humanos de convivencia otra.

No obstante, añade que sin esfuerzo y sacrificio no se logra ser el número uno en ningún ámbito de la vida y asevera que todo el mundo no llega si no se está capacitado física y mentalmente, e incluso, además, si no se tiene suerte.

En esta línea, para Cabanillas, el deporte de elite requiere una dureza que no siempre es aceptada deportivamente por quienes no han llegado, según explica, al hilo de la sentencia publicada a favor de la exseleccionadora de natación sincronizada Anna Tarrés.

"Claro que será dura esa entrenadora, pero también hay que ver que sin ese esfuerzo no se llegaría, siempre coincide que son las que no llegan las que más critican", aclara la gimnasta, para quien "en todos los deportes hay algo de eso".

Además, manifiesta que no cree que la imagen de dureza de este deporte haga a los padres tomar la decisión de no llevar a sus hijas a campamentos como este, ya que en ocasiones el deporte sirve para que las niñas desarrollen más sus capacidades y saquen "sobresaliente en todo".

"Las niñas salen fuerte, son trabajadores, respetuosas, la gente que ha hecho deporte luego se nota, te hace superarte", apostilla.