Once años después de conseguir la medalla de oro en Atlanta 96, Nuria Cabanillas da nombre al pabellón de San Roque. La deportista extremeña más laureada de todos los tiempos recibió ayer un homenaje de la ciudad de Badajoz en reconocimiento a sus logros deportivos. La campeona olímpica en gimnasia rítmica agradeció el galardón pero sobre todo pidió a las instituciones que apuesten fuerte por el deporte base para que otros deportistas tengan la oportunidad de tener una formación adecuada.

EMOCIONADA El tesoro del Gurugú agradeció a todas las personas que le acompañaron. "Enorgullece recibir tanto apoyo. Después de once años no está mal que se deje para la historia mi nombre en el pabellón, que significa el esfuerzo de quien luchó por un sueño que se hizo realidad. Gracias a mis padres y amigos que me apoyaron y a equipos como el Mideba --del que es madrina-- que tuvieron la idea, además de los grupos políticos que lo aprobaron", indicó.

Nuria añadió que espera que "no solo se quede el nombre de un pabellón sino que se apoye a gente como yo y hagan proyectos para que deportistas con ilusión puedan llegar como lo hice. No entreno, pero sigo apoyando el deporte y luchando por los sueños que otros niños tienen".

Tanto el consejero de Cultura de la Junta, Francisco Muñoz, como el alcalde de Badajoz, Miguel Celdrán, coincidieron en destacar que Nuria es un perfecto ejemplo para todos los deportistas y un modelo para la región. En la actualidad, es entrenadora nacional y trabaja con más de 30 niñas en el Club Gimnasia Badajoz. Su próximo proyecto es la segunda edición de su campus.