La derrota del sábado ante el IDK Gipuzkoa (80-72) dejó sensaciones contradictorias en el Nissan Al-Qázeres Extremadura. Por un lado, el equipo volvió a ser apabullado en el primer tiempo, que concluyó 51-30, pero por otro supo reaccionar y llegó a ponerse a solo dos puntos en el último cuarto. Volvió a perder --sexto tropiezo de los últimos siete partidos-- y sin embargo la diferencia respecto a los dos últimos clasificados que se descenderán se mantiene igual, ya que cayeron tanto Pajariel Bembibre (57-49 frente a Campus Promete) como El Pastor Zamora (61-48 en la cancha del Spar Citylift Girona).

El hueco entre las cacereñas y los dos equipos castellanoleoneses continúa siendo de dos triunfos, un colchón que deberá administrar para firmar una permanencia tranquila. Tanto a Bembibre (jornada 18) como a Zamora (jornada 21) se los tiene que encontrar todavía en el camino.

El camino, como dijo abiertamente Ricardo Vasconcelos tras lo sucedido en San Sebastián, debe ser la proteger mejor el aro propio. «En esta liga, o defendemos muy bien o no podemos ganar a nadie. En la primera parte una vez más no hemos estado conectados», dijo el técnico portugués en declaraciones distribuidas por el propio club.

Según añadió, «este partido tiene que servir que la gente entienda que o estamos todos muy juntos desde la defensa, pueden salirnos bien las cosas en ataque. Al revés no va. Si vas bien en defensa, puedes competir con cualquiera. Si no, no puedes competir a este nivel».

La próxima oportunidad para demostrarlo será el próximo domingo de nuevo a domicilio. Será en la pista del Mann Filter de Zaragoza (12.15 horas), un rival que tiene el mismo balance de victorias-derrotas en la tabla clasificatoria (5-10).