CACERES 2016 - 86: Perico Sala (11), Francis Sánchez (23), Lucio Angulo (10), Shawn Taggart (18), Andrew Naywick (6) --cinco inicial-- Juan Sanguino (4), Alex González (0), Xavi Forcada (10), Kaspars Berzins (4).

CB CORNELLA - 82: Alejandro Hernández (4), Anthony Smith (18), Xavi Rabaseda (19), Adoulaye Mbaye (0), Mamadou Samb (10) --cinco inicial-- Dani Pérez (4), Albert Salat (0), Robert Joseph (13), Marc Silva (6), Edgar San Epifanio (8).

MARCADOR POR CUARTOS: 30-19, 50-40 (descanso), 61-55, 77-77 y 86-82 (tras la prórroga).

ARBITROS: Pla Giménez y F. Javier Bravo.

Ya no hay resquicio para la duda ni para las urgencias el próximo viernes en La Palma. El Cáceres 2016 sacó billete anoche para su presencia en los play off de ascenso a la ACB. Que el factor cancha se haya convertido en una posibilidad aparece ahora como una nimiedad, una vez levantada la bandera de equipo solvente, pese a la relajación puntual de ayer, y que los teóricos rivales hayan advertido que no será empresa fácil derribar al grupo de Gustavo Aranzana.

Con independencia del oponente en la primera eliminatoria (sigue sin estar claro, y más teniendo en cuenta que el partido Breogán-La Palma se jugará esta tarde por mor de la ceniza volcánica que trastocó el viaje de los canarios), el Cáceres tiene un nuevo y apasionante reto por delante. Un dato: será quinto si vence en La Palma y pierde el Burgos en casa ante un Mallorca que también se la juega.

Y, mientras tanto, ante el Cornellá, justo la otra cara de la moneda, se sufrió más de lo debido (86-82). Lo que debió ser un ejercicio plácido tras un inicio para la galería, se transformó en una victoria de tinte agónico en la prórroga, como ante el Ourense.

La victoria del CAI sobre el Girona, que de paso proporciona el ascenso directo a los aragoneses, había asegurado ya el pase a play off de los extremeños. Pero había que dar un golpe de autoridad, algo que no sucedió por la relajación de un grupo, el de Aranzana, que se dejó llevar cuando tenía el duelo asegurado.

Y es que el Cáceres dominó con contundencia el comienzo. Un 14-4 a los tres minutos era la viva muestra de lo que estaba aconteciendo, con Francis Sánchez y Shawn Taggart estelares y con Perico Sala llevando bien la manija ante la baja de Cherry.

El Cornellá dependió de Xavi Rabaseda, una de las nuevas perlas del Barcelona. El solo anotó 12 de los 19 puntos visitantes en el primer cuarto (30-19).

El Cáceres demarró en el segundo cuarto casi por inercia, con una superioridad total en las dos zonas, hasta que Angulo, ayer no demasiado afortunado, hizo la tercera falta (min. 14, 36-24). El equipo de Chema Solsona no se rindió, especialmente desde el inicio del tercer cuarto, en el que la tensión local --en la cancha y fuera-- era mínima. Poco a poco, los catalanes se fueron acercando, pero aquello no parecía en serio. Pues sí. Con 75-72, Rabaseda empató a falta de 1.44. Taggart adelantó al Cáceres cuando restaban 31 segundos, pero Smith igualó a falta de nueve. En el cara o cruz de la prórroga, se impuso la ley del más fuerte. Es tiempo para soñar. Por aquí ya ha habido milagros .