DEPORTIVO: Munúa; Manuel Pablo, Coloccini (Romero, m.78), Andrade, Capdevila; Sergio, Mauro Silva (Scaloni, m.54); Víctor, Valerón, Luque (Fran, m.74); y Tristán.

REAL MADRID: Casillas; Raúl Bravo (Palencia, m.57), Pavón, Samuel, Roberto Carlos; Beckham, Gravesen, Zidane (Solari, m.27), Figo; Owen y Portillo (Celades, m.75).

GOLES: 1-0, m.7: Luque. 2-0, m.13: Pavón en propia meta.

ARBITRO: Losantos Omar (Comité vasco). Mostró tarjeta amarilla a Andrade (m.63) y Víctor (m.76) por el Deportivo; y a Gravesen (m.38) y Samuel (m.86) por el Real Madrid.

El Real Madrid dio un nuevo paso atrás en su pugna por el título liguero al perder por 2-0 ante el Deportivo de La Coruña en Riazor, en un encuentro en el que los blancos les bastaron apenas quince minutos para tirar por tierra todo el crédito que ganó esta misma semana en su encuentro de la Liga de Campeones contra el Juventus.

No habían pasado siete minutos, cuando el Deportivo, que esta campaña sólo había sido capaz de doblegar en su feudo a Getafe, Levante y Espanyol, y los blanquiazules ya mandaban en el marcador con gol de Luque.

El internacional no desaprovechó la evidente descoordinación que mostraron toda la noche los centrales madridistas, Paco Pavón y el argentino Samuel, para rematar a gol solo en el primer palo un centro de Víctor.

SENTENCIA Una jugada calcada a la que seis minutos después, en el trece, supondría el segundo tanto deportivista, aunque en esta ocasión a los gallegos no les hizo falta ni tan siquiera rematar, pues Pavón se encargó de introducir el centro de Víctor en la meta defendida por Casillas.

Los dos goles deportivistas despertaron todos los fantasmas del Real Madrid, que parece haberse acostumbrado a salir goleado de Riazor, y más cuando el francés Zinedine Zidane tuvo que retirarse lesionado a los veintisiete minutos de juego.

Y lo cierto es que el Madrid pudo haber encajado algún gol más antes del descanso, primero en una vaselina de Víctor, que obligó a lucirse a Iker Casillas a los veinte minutos, y posteriormente en disparo de Diego Tristán, que puso a prueba los excelentes reflejos del meta.

Por su parte, el Real Madrid apenas inquietó la portería rival, salvo en un disparo del portugués Luis Figo (m.11), desconcertado como pareció estar, ante la imposibilidad de jugar balones largos al inglés Michael Owen.

Sin poder aprovechar la velocidad del inglés ante un Deportivo, que con ventaja en el marcador se parapetó en su propio campo en busca del contragolpe, el Real Madrid se enmarañó en un sin fin de estériles pases, que morían una y otra vez antes de llegar al área blanquiazul.

Todo lo contrario que al Deportivo al que apenas le bastaba un pase lateral, o ni tan siquiera eso, simplemente con esperar los errores de un cada vez más nervioso Pavón para llevar la incertidumbre hacia Casillas.

Aunque por fortuna para el Real Madrid, este Deportivo carece de la motivación, o al menos de un depredador como en su tiempo lo fueron el brasileño Bebeto o el holandés Maakay, para golear a los blancos.