Al compás al que los alérgicos empiezan su retahila de estornudos, el baloncesto cacereño hace pública su enfermedad casi congénita: la falta de dinero. El Cáceres no vive tranquilo un mes de mayo desde el de 1997. A partir de entonces todo ha sido tener taquicardíca a la hinchada, como ahora, cuando se anuncia la venta de la plaza LEB si no llega una nueva directiva en una semana.

1998: Un doble adiósmuy significativo

La retirada del principal patrocinador, Caja de Extremadura, y la marcha del presidente que inició el proyecto en 1989, José María Bermejo, supusieron un duro golpe para una entidad que vivía plácidamente en la ACB. Tras semanas de indefinición, y cuando parecía que Bermejo podía seguir, surgió por sorpresa César García, jefe de la policía local que preveía un nuevo funcionamiento interno.

1999: Sin soluciones ycon muchas carencias

No se encontraba espónsor, pese a los múltiples anuncios de que estaba "al caer" y la situación se complicaba. Pese a ello, García porfiaba, arropado por varios de los principales empresarios cacereños, y empleaba la imaginación para resolver los problemas.

2000: La presidenciaefímera de Pinilla

César García abandonó en el 2000 quejándose públicamente de la falta de apoyos. Le sustituyó Valentín Pinilla, que aparejó su destino al del fallido regreso de Manolo Flores al banquillo. Ambos apenas duraron medio año y Pedro Núñez fue el presidente in pectore .

2001: Los 200 ´kilos´ de

José Antonio Paraíso

El obligado traspaso del alero al Pamesa Valencia (más de 200 millones de entonces) fue todo un respiro, ya que el club empezaba a agonizar pese a la voluntarista dirección del triunvirato Núñez-Chacón-Abelardo Martín. La renovación de Alfred Julbe como entrenador insufló esperanza, pero sus fichajes (Andre Turner, Queenan, Gary Alexander...) sangraron la economía. Pese a todo, se logró la permanencia.

2002: Zaragoza,

Bermejo y ´espónsors´

El grupo de Núñez abandona, no ve viable la ACB en Cáceres y, pese al profundo rechazo de la masa social, propone vender la plaza, con serias ofertas de Zaragoza y Tenerife. Sin embargo, surge a última hora el regreso casi por aclamación de Bermejo, que adelanta que tiene "dos patrocinadores". Al final no aparecerían.

2003: Del descenso a la refundación del club

Once años después del ascenso, el Cáceres pierde la categoría y Bermejo vuelve a marcharse. Con el dinero de la plaza ACB se pagan gran parte de las deudas --más de 1,8 millones de euros, 300 millones de pesetas-- y la sociedad anónima deportiva se disuelve. Una hábil operación administrativa para reconstituir el club mediante su fundación y el dinero de los empresarios cacereños permiten que se salga en la Liga LEB con uno de los presupuestos más altos de la categoría.

2004: Austeridadobligada y resistencia

Pasaron unos meses caóticos, con los jugadores sin cobrar y marchándose, Felipe Fernández sustituyó a Juan Francisco Luis en la presidencia con el histórico Teodoro Casado como hombre de transición. La nueva consigna era clara: reducción a la mitad del presupuesto. El equipo pudo salir gracias a los avales personales de directivos y empleados, pero aún así, hace unos meses, la luz de alarma volvió a encenderse por los retrasos en los pagos.