El fútbol se puso el frac para irse de fiesta a Pinilla. Más allá del Diocesano 1-Cacereño 2 final, el derbi local priorizó el buen juego, homenajeó al público con un ejercicio monumental de entrega y dejó para la historia el mejor duelo de los tres años que acumulan ambos coincidiendo en Tercera División.

Ganó el equipo históricamente más poderoso como también pudo haber éxito local. Con sus armas, Dioce y CPC jamás escatimaron un ápice de esfuerzo. Hasta los errores defensivos deben tener bula en este tipo de encuentros, tan sugerentes desde el primer segundo de juego.

Los colegiales vendieron carísima su derrota. En el primer acto tuvieron oportunidades diáfanas para marcar, además de la de su gol. A la contra, guiado por el empuje de Jesús y el inmenso talento de Dani Sales y con las balas Javi Corchado y Javi Bernal adelante, intimida el plan del Dioce. Que se lo digan al Villanovense, que así recibió cinco goles hace poco más de un mes.

Al cuarto de hora, Bernal lanzó a quemarropa para lucimiento milagroso de otro de los futbolistas decisivos de la mañana, el meta verde Ángel Bernabé.

El Cacereño, que tuvo que igualar en intensidad a su rival para no ser llevado por delante, tenía más el balón, pero ello venía en el guion. Al mando, Rodri y Javito, éste descomunal de nuevo y un poco más adelante Marcos Torres, de maniobrar vistoso siempre el gallego. Teto lo intentaría en la primera opción visitante con un tiro envenenado que se marchó fuera.

En una contra de manual, el balón le llegó a Jaime Corchado. El extremo de Carbajo salvó a Neto para ponérsela atrás, mortal de necesidad, a Bily, que obtuvo la recompensa del gol para después completar con un partido imponente (1-0-Min. 23).

En la grada, con lógica mayoría del Cacereño, se atisbaba que aquel iba a ser un buen espectáculo y que la batalla Cobos-Senso se prometía épica. Los verdes se lanzaron adelante como posesos, pero, agazapado, el Dioce le esperaba cómodo y con aviesas intenciones. Tras una buena posibilidad de gol de Rodri, llegó una de Dani Sales y después otra de Carlos Andújar, galopa que galopa sobre la cal en un duelo apasionante ante Fran, Valentín, Juanlu y hasta Ismael, que la defensa rojilla tiene muchas aristas.

La insistencia del decano tuvo su fruto. Faltaba la conexión Marcos Torres-Ezequiel, y llegó en el epílogo del primer tiempo. Pim, pam, pum, una conducción maravillosa, el pase filtrado hacia Marcos y gol (1-1, min. 45).

SEGUNDA PARTE / El tanto pudo marcar el devenir del segundo tiempo, en el que el Cacereño fue más insistente, aunque a la contra el Diocesano amenazaba siempre. Lamarca casi acierta en el 60 a una brillante acción individual de Neto.

Teto, exhausto, apenas aportaba pinceladas, sin profundidad. Noticia. La tropa de Adolfo Senso insistía en su plan. Únicamente les faltó el último pase. Cada vez que Javi Bernal apuntaba una carrera había congoja.

Cobos introdujo a Gustavo, un centrocampista, por un defensa, Carlao, para contrarrestar la velocidad local y dar un poco más de salida de balón, en detrimento del juego aéreo del central. Le salió bien al de Valdehornillos.

En la guerra de guerrillas, cada balón en disputa requería de gladiadores más que de héroes. Muy bien resguardado, el Diocesano apenas concedía márgenes de maniobra entre la inquietud de los aficionados cacereños, que ya sabían de las victorias de Coria y Villanovense.

Pero ahí estuvo Marcos Torres colocando de lujo el balón a la olla en la recta final y que Murci, recién salido, rozara una pelota que Valentín terminó por colocar dentro definitivamente. Era el premio que merecía el Cacereño y que equivalía, a su vez, a un injusto castigo para el Dioce, que aún la tuvo al final con un lanzamiento desde fuera y un paradón de Bernabé. Viva el fútbol.

DIOCESANO 1-2 CACEREÑO

Goles: 1-0-Min. 23: Bily. 1-1-Min. 45: Marcos Torres. 1-2-Min. 86: Valentín (propia puerta, según el acta).

Árbitro: Asensio Asensio. Amarillas a los locales Manolo, Jesús y Bily y a los visitantes Gustavo y Alberto Delgado.

Estadio: Manuel Sánchez Delgado.

Espectadores: 1.200.

Diocesano: Miguel, Fran, Ismael (min.86, Tete), Juanlu, Valentín, Dani Sales, Mancha (min. 71, Manolo), Jaime Corchado, Jesús (min. 66, Jorge) Javi Bernal y Bily.

Cacereño: Bernabé, Neto, Carlao (min.68, Gustavo), Rubén Sánchez, Alberto Delgado, Carlos Andújar, Rodri, Javito, Marcos Torres, Teto (min. 82, Iván Agudo) y Ezequiel Lamarca (min. 85, Murci).