¿Qué pensará la rusa Yelena Isinbayeva si el estadounidense Justin Gatlin, sancionado dos veces por dopaje, logra vencer a un renqueante Usain Bolt en la final de 100 metros de las pruebas de atletismo que comienzan hoy en Río? Isinbayeva es la plusmarquista mundial de salto con pértiga y doble campeona olímpica. Pese a presentar una hoja de servicios inmaculada, a día de hoy 'disfruta' de los Juegos en la tele de su casa en Volgogrado.

Sebastian Coe, actual presidente de la Federación Internacional de Atletismo (IAAF), es el principal impulsor de la sanción al equipo ruso al completo al descubrirse una trama de dopaje paraestatal. Isinbayeva reclamó sin éxito el derecho a participar en estos Juegos y está decidida a llevar su caso hasta el Tribunal de Derechos Humanos.

Reincidente en dopaje

Una parte significativa de la élite de este deporte insiste en reclamar la inhabilitación completa de un atleta cuando este reincide en el dopaje. Justin Gatlin es uno de los señalados. Cumplidos los 34años, es el mejor velocista estadounidense del momento, por experiencia y resultados. Con 22 años ya era campeón olímpico de los 100 metros en Atenas 2004. A partir de ahí, su particular montaña rusa.

Gatlin fue cazado y sancionado por dopaje dos veces tras su éxito en la capital griega. La primera por anfetaminas, que recurrió alegando el uso de un medicamento por prescripción facultativa, ya que desde niño sufre déficit de atención. La sanción de dos años quedó reducida a uno. Cuando volvió a la competición en 2006, resultó positivo en otro control, esta vez por testosterona exógena. Su sanción fue rebajada de ocho a cuatro años. En 2010 volvió a competir y en 2012 ganó el bronce olímpico en Londres, con Usain Bolt en el peldaño más alto del podio.

En el Mundial de Pekín del pasado año, el estadounidense estuvo a punto de sorprender. Bolt volvió a ganar pero tan solo por una centésima. Gatlin es de momento el mejor velocista del año, con 9.80 y 9.83 en los 'trials'. Bolt solo ha corrido un hectómetro, en junio, en Kingston, parando el crono en 9.88. En su segunda carrera de 100 metros, en las pruebas de selección jamaicanas hace poco más de un mes, tuvo que parar por una contractura muscular. Se recuperó a tiempo para correr un 200 en Londres con unos reconfortantes 19.89 segundos a pesar del frío y el viento en contra.

Desde entonces, Bolt ha tratado de aislarse de sus fans, medios y actos promocionales, en busca de una buena recuperación. Su reclusión duró poco. El pasado lunes, bailaba samba en la sede de uno de sus patrocinadores, rodeado de las espectaculares curvas de las 'cabrochas'. Su carácter es una de sus señas de identidad.