El centrocampista extremeño Oliver Torres, cuyo fichaje hasta el año 2024 ha anunciado el Sevilla, se ha felicitado por volver a ser dirigido por Julen Lopetegui, con quien ha «pasado grandes momentos», a lo que suma su «orgullo por venir al Sevilla», un club que «cuando te llama, ni te lo piensas».

El futbolista moralo aseguró que llega «para trabajar» porque se considera un «peón que debe hacer lo posible para que todo vaya bien» a través del «trabajo diario», por eso considera «importante conocer al míster», aunque considera que la «gente nueva» que ha llegado debe «inculcarse los valores del Sevilla».

El futbolista extremeño calificó al director deportivo del Sevilla, Ramón Rodríguez ‘Monchi’, como «el Messi de las negociaciones» y reveló que su compañero en el Oporto, el portero internacional Iker Casillas, «fue uno de los que me dijo que la del Sevilla era una buena oportunidad». Precisamente ayer se supo que el exmeta entrará en el cuerpo técnico del club portugués.

Monchi indicó que lleva «mucho tiempo trabajando» en el fichaje de Oliver Torres, en concreto «un mes y medio», por lo que calificó la operación como «un trabajo difícil que se culminó ayer», igual que están cerca de concluirse «algunas salidas más o menos avanzadas».

El presidente del Sevilla, José Castro, destacó que «ya son nueve las caras nuevas que se suman a este proyecto» y recordó que “detrás de cada operación, hay un intenso trabajo: de Monchi, de la dirección general y de los empleados, que incluso el fin de semana se tienen que poner a trabajar».

ADIÓS SENTIDO / Mientras, el moralo dejó ayer una carta de despedida de la afición del Oporto en sus perfiles sociales donde asegura que «fueron cuatro años especiales». En la carta explicó que para él era «un día de sentimientos contradictorios», en el que se mezclan la «tristeza de una despedida» y «la ilusión» de seguir haciendo lo que le hace más feliz: jugar al fútbol.

Describe la ciudad de Oporto, en la que vivió los últimos cuatro años, como «mágica» y manifiesta que «sintió la raza de dragón en su piel». En relación a la afición, explicó que sintió el apoyo y el cariño. Al final de la carta, Torres quiso dejar claro que se despide «como jugador», pero «nunca como aficionado», ya que «eso será para siempre».