Rubia como Marilyn Monroe, la rusa Svetlana Romashina se vistió de la musa norteamericana para bordar la interpretación de I wanna be loved by you y sumar una nueva medalla de oro en el Mundial de Barcelona, por delante de la china Xuechen Huang y de Ona Carbonell, que sumó la cuarta medalla de España.

A la española, que en este Mundial va de más a menos, se le ve agotada. La exigencia física es máxima cuando, además, se mide frente a rivales con un programa mucho más corto que el suyo, aunque todo lo dará por bien empleado si al final es capaz de colgarse siete medallas, su objetivo en este campeonato.

"Lo he dejado todo. He salido a matar y disfrutar, me he notado muy bien dentro del agua y he brillado, he conseguido transmitir a los jueces y al público", explicó Carbonell, que nadó bajo las notas de la canción Barcelona .