Antonio Martín Oncina, presidente del Plasencia Galco, reflexiona sobre la primera vuelta de su equipo y asume como necesaria la llegada de refuerzos. "Estamos intentando una fórmula para traer algún jugador y nos encontramos en negociaciones. Lo que casi con toda seguridad puedo adelantar es que el día 8 de enero en el partido ante el CAI Zaragoza habrá alguna cara nueva", adelanta.

El dirigente dice que "no se puede estar tranquilo por nuestra posición en la tabla, pero espero que sea transitoria. Para ello, en la junta directiva pondremos todos los medios que estén a nuestro alcance". Pese a ello, manifiesta estar "contento" con "el gran esfuerzo que está realizando la plantilla". "Seguramente lo que pasa es que a los más jóvenes les puede la presión por nuestro lugar en la clasificación. Espero que con trabajo, trabajo y trabajo, eso se supere", agrega.

ALREDEDOR DEL DINERO Martín Oncina apunta que "con nuestro presupuesto de poco más de 100 millones de pesetas tenemos que vivir al límite, en una población con 40.000 habitantes. Las ayudas instucionales apenas cubren un 30% y es normal que estemos al filo de la navaja, pero seguiremos esquivándola todo el tiempo que podamos".

En su opinión, "las instituciones se deberían volcar un poco más con nuestro proyecto, ser un poquito más dadivosos y tenernos más en consideración. Somos el equipo de mayor élite de Extremadura, pero que quede claro que no queremos vivir de los apoyos institucionales, como lo demuestra que gestionemos el 70% del presupuesto total". El presidente estima como "correcta" la actitud de la afición esta temporada. "La gente es consciente de las posibilidades de nuestro equipo y de hasta dónde podemos llegar".

Sobre su situación personal en el club, en el que nunca parece haber estado cuestionado, afirma que es, literalmente, "un loco del baloncesto y hago esto porque me gusta". No obstante, advierte que él en solitario no hace el club: "detrás de mí hay diez personas y cualquiera de ellas está capacitada para estar en mi puesto".