No tiene prisa el Cáceres 2016 por hacer la plantilla de la temporada 2010-11. Primero tiene que aclarar con qué dinero cuenta exactamente. Sin embargo, las negociaciones para renovar a los dos jugadores que interesan y no tienen contrato ya tienen una sensación inicial dentro del club: con Carlos Cherry habrá menos problemas que con Xavi Forcada.

El base es fundamental en el esquema de Gustavo Aranzana, que lo ha situado como absoluta prioridad. Es evidente que se hará un esfuerzo: garantiza 30 minutos de productividad --acabó la temporada siendo máximo anotador y asistente del equipo-- y comulga al máximo con las ideas del técnico, además de ser uno de los animadores del vestuario. Se siente cómodo en Cáceres --está cerca de su tierra natal, Sevilla--, tanto en lo personal como en lo profesional.

Las previsiones con Xavi Forcada no son tan buenas. En el Cáceres 2016 se teme que la descollante recta final de temporada que ha protagonizado haga que su agente se suba a la parra en cuanto a peticiones económicas. La contraoferta extremeña será asegurarle dos temporadas de contrato y un papel aún más importante en el equipo. Previsiblemente compartirá minutos con un Lucio Angulo que hará uso de su opción unilateral para seguir.

Otra renovación en curso es la de Juan Sanguino, al que en principio se le ofrecerá un contrato a la baja. El pívot, que acaba de ser padre por segunda vez de una niña llamada Claudia, duda si aceptarlo. Quiere jugar más minutos.

Más para largo van los fichajes. Aranzana quiere ser paciente al máximo a la hora de escoger el dúo de extracomunitarios interiores, que seguro que será experimentado en España. Algo similar ocurriría con el alero nacional, comunitario o cotonou que también hace falta. El cuerpo técnico peina el mercado cuidadosamente.